El censo de las personas enterradas en el Valle de los Caídos procedentes de Catalunya se publica por primera vez en el tercer volumen de la Historia de la República en Catalunya, una obra en la que han participado cerca de un centenar de historiadores.
La autora de la investigación y de la entrada sobre el Valle de los Caídos en el volumen, Queralt Solé, ha dicho hoy que "es un tema vivo y del que historiográficamente se pueden hacer muchas cosas".
Según las investigaciones de Solé, los enterrados procedentes de Cataluña, no necesariamente catalanes, son entre 5.000 y 7.000 sobre un total de 33.847 personas enterradas, en su mayoría soldados franquistas.
El primer año en que se trasladaron cuerpos al Valle de los Caídos fue 1958, cuando llegaron los restos de 11.329 personas en camiones militares, y el último traslado del que se tiene constancia es del año 1983 procedente de Vilafranca del Penedès, una persona que había sido alcalde de la localidad durante la Dictadura de Primo de Rivera.
Dos años antes, después del fallido golpe de estado del 23F, se trasladaron 304 restos mortales al Valle de los Caídos.
Rastreando por los ayuntamientos
Recuerda la historiadora, actualmente en la Universidad de Cork (Irlanda), que "gran parte de la documentación del Valle se conserva en los archivos municipales", y de hecho, a partir de los archivos del Valle, depositados en el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares, Solé fue rastreando algunos ayuntamientos.
En el Ayuntamiento de Batea, encontró una caja con toda la documentación (más de mil) con pequeñas fichas de los exhumados desde los cementerios militares provisionales que estaban desperdigados por el frente.
Es relevante la información de la población de Horta de Sant Joan (Tarragona), donde se habían instalado diversos hospitales de campaña, y se creó una gran fosa.
También ha encontrado documentación del frente del Segre en el Archivo Provincial de Lleida, una provincia en la que "los familiares de los represaliados por la retaguardia republicana se negaron a que fueran trasladados al Valle, como también lo hicieron los carlistas catalanes, que cuentan con su propio santuario en Montserrat o los familiares de las víctimas de Paracuellos".
Queralt Solé subraya que "al Valle de los Caídos sólo podían ser trasladados españoles y católicos, por eso no fueron enterrados ni brigadistas ni la ‘guardia mora’ integrada por soldados marroquíes, estos últimos enterrados en Catalunya en cementerios para musulmanes de Prades y Manresa".
En esta tercera entrega de la Historia de la República no se incluye una crónica bélica de la Guerra Civil, sino que aborda cuestiones transversales como la sanidad de guerra, la aviación, los servicios cartográficos, también el tema de exilio (Rosa Regàs), el hambre, las industrias de guerra, la retaguardia, los refugiados y la solidaridad, la comunicación y la propaganda de guerra o los franquistas catalanes (requetés, los servicios de espionaje)
Fotos inéditas de Boix
El volumen contiene asimismo fotos inéditas de Francesc Boix, el fotógrafo de Mauthausen, en este caso realizadas en el frente cuando tenía apenas 16 años.
La obra, que se vende exclusivamente a través de suscripción, comenzó meses atrás con un primer volumen dedicado al "Tiempo de las ilusiones" (1931-1933), y un segundo, "Un país en tensión" (1934-1936), y ha concluido con el período de "Guerra y revolución" (1936-1939).
En cada volumen se incluyen biografías de los hombres y mujeres que hicieron posible la II República, gráficos y mapas, cronologías y líneas de tiempo, bibliografía, documentos de archivo, así como un índice analítico que facilita la consulta.