Catalunya / España

Rato comparece hoy ante el juez para aclarar el origen de su fortuna

El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato deberá comparecer hoy de nuevo ante el juez de Madrid Antonio Serrano-Arnal para responder por los varios delitos fiscales, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares que le atribuye.
El expresidente de Bankia ya acudió a la cita con este mismo magistrado el pasado julio, pero entonces se acogió a su derecho a no declarar porque decía desconocer muchas de las acusaciones que han vertido sobre él la Oficina Antifraude (Onif) y la Fiscalía.
Desde entonces, sin embargo, no solo se han conocido las nuevas sospechas de la Onif de que el exministro de Economía pudo lavar dinero en el exterior, sino que el caso ha salpicado a otras ocho personas, entre ellas gente de su máxima confianza como su secretaria personal, Teresa Arellano, y su gerente y presunto testaferro, Miguel Ángel Montero.
Ambos, imputados por los mismos delitos que Rato, ya acudieron a los Juzgados de Plaza de Castilla el pasado viernes después de haber sido detenidos por la Guardia Civil, que practicó además registros en sus domicilios para recabar documentación.
El propio Rato también había declarado el jueves en la Comandancia de la Guardia Civil, el mismo día en que se supo que otro de sus supuestos testaferros, el administrador de Albisa Inversiones, Alberto Portuondo, asegurara al juez que pagó 40.000 euros mensuales a la sociedad Kradonara, epicentro del entramado societario del ex director gerente del FMI.
Portuondo, el único que hasta ahora ha ingresado en prisión, explicó que abonó estas cantidades -473.000 euros en 2011 y 360.000 euros en 2012- a Kradonara sin saber que era propiedad de Rato.
Y en esa misma época Portuondo ingresó cerca de dos millones de euros de las empresas Zenith y Publicis, las mismas que ganaron el multimillonario concurso de publicidad de Bankia, y de las que cuatro de sus responsables están también imputados.
Los investigadores piensan que parte de ese dinero, 833.000 euros, acabó llegando a Rato a través de los pagos que Portuondo hacía mensualmente a Kradonara.

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