El 53 % de las personas que acuden a Cáritas viven en hogares donde alguno de los miembros trabaja, de forma que tener un empleo “no parece que esté ofreciendo suficiente protección” ante el impacto de la pobreza o la exclusión social.
Son conclusiones de la Memoria Confederal de Cáritas de 2014, organización que atendió el año pasado a 2.197.461 personas en España, lo que significa una “estabilización” respecto al aumento de los últimos años.
Entre otros datos, el informe señala que hay personas desempleadas en el 65,8 % de los hogares asistidos.
El 59,2 % de las familias atendidas por Cáritas acudieron previamente a los servicios sociales públicos, fundamentalmente municipales.