Los catalanes fueron los que tuvieron en 2014 un mayor consumo en educación, 223 euros por cabeza, un 51,5 por ciento más que el conjunto de España y cuatro veces más que los extremeños, que dedicaron a este concepto 51 euros, un 65 % menos que la media de los españoles.
Es una de las conclusiones del Barómetro de Consumo Barclaycard-IESE que, presentado hoy, analiza cómo, con qué (medio de pago) y en qué han gastado los españoles durante la crisis y que afirma que el gasto en educación es precisamente, el que más aumentó en España durante la crisis económica (2008-2014), un periodo en el que lo hizo en un 37 %.
País Vasco, Navarra y Madrid fueron las comunidades con mayor gasto per cápita en consumo en 2014, con un desembolso medio por persona de 13.313, 12.599 y 12.558 euros respectivamente, mientras que Extremadura y Canarias se situaron a la cola con 9.194 y 8.906 euros.
Por encima del conjunto de España y tras los vascos, navarros y madrileños, se situaron los catalanes (11.970 euros), asturianos (11.474), baleares (11.448), cántabros (11.109), aragoneses (11.008) y riojanos (10.987).
Además de Canarias y Extremadura, no superaron la media nacional Castilla y León, que registró un gasto por persona de 10.587 euros, Galicia (10.271), Comunidad Valenciana (9.993), Castilla-La Mancha (9.391), Murcia (9.390) y Andalucía (9.237).
Once categorías de consumo
El informe distingue hasta once categorías de consumo: ropa y calzado; restaurantes; vuelos y hoteles; alimentos y bebidas; carburantes y lubricantes; mobiliario y equipamiento del hogar; educación; sanidad; agua, gas, electricidad y teléfono; joyería; estética y cuidados personales.
Las mayores diferencias respecto a la media de España se registraron en el consumo en educación. El menor correspondió en 2014 a los extremeños (65 % menos que el total de españoles), castellanomanchegos (-59 %) y andaluces (-50 %).
Por contra, los que más gastaron en este concepto fueron catalanes (51,4 % más que el conjunto de España), vascos (47,5 %) y madrileños (47,2 % más).
En términos absolutos, los catalanes gastaron en educación 223 euros por cabeza, seguidos de los vascos (217 euros), y los madrileños (216), mientras que los extremeños dedicaron 51 euros, los castellanomanchegos 61 y los andaluces 74 euros.
Según el informe, asturianos y cántabros son los que tienen un mayor gasto en joyas. Consumen más de un 50 % más en este concepto que la media (51,2 en el caso de los asturianos y 51 en el de los cántabros) y destinan un total de 40 y 43 euros por cabeza, respectivamente.
En el lado contrario se sitúa Canarias, cuyos habitantes dedican sólo 17 euros a la compra de joyas, un 51 por ciento menos que la media, y Extremadura, donde por este concepto hubo un gasto en 2014 por habitante de 17 euros, un 34 % menos.
Los habitantes del País Vasco y Navarra son también los que más salen a restaurantes, un ocio que les supuso un gasto de 1.251 y 1.180 euros respectivamente y que supone que superaran la media en un 45 %, en el caso del País Vasco, y en un 37,1 % en Navarra.
Una vez más, los canarios fueron los que menos dinero consumieron en restaurantes, 618 euros y un 28 por ciento menos que el conjunto.
Viajes
En cuanto a los viajes, también el consumo fue sensiblemente mayor entre vascos y navarros -un 59 % más en Navarra y un 45 % en el País Vasco, con 378 y 345 euros respectivamente- y, en el lado contrario, se situaron Andalucía (-38 %) y Catalunya (-25,9 %), cuyos habitantes gastaron 148 y 299 euros cada uno el pasado año en este concepto.
Son también significativas las diferencias en consumo en sanidad, donde lideran catalanes (593 euros por cabeza) y madrileños (559 euros), con un 29 % y un 20,5 % por encima del resto, respectivamente, mientras que los extremeños (321 euros, un 30 % menos que la media) y los murcianos (328 euros, un 29 % menos) destinan menos a este concepto.
El barómetro indica que los vascos son los que más gastan en ropa, 687 euros por cabeza, un 25,8 por ciento más que el conjunto de España (546 euros), mientras que los canarios son los que menos: 242 euros, un 22 por ciento menos que el conjunto del país.
