El Marco Unitario de la Comunidad Educativa (MUCE) de Catalunya ha denunciado hoy que faltan unos 3.000 docentes para atender el incremento de alumnos, una cifra alejada de los 790 maestros que ha anunciado la consellera de Ensenyament para el próximo curso escolar. En rueda de prensa en Barcelona, el representante y portavoz del MUCE, Jaume Aguilar, se ha mostrado contundente al afirmar que “no se observan cambios profundos en la política antisocial de recortes de los últimos años” desarrollada en Catalunya, en las medidas anunciadas ayer por la consellera.
Unos mil barracones
“No se ve una mejora sustancial” en la inversión en educación, en las guarderías, Formación Profesional, escuelas de idiomas, becas comedor, ayudas extraescolares, sustituciones de docentes, nuevas construcciones de escuelas ni tampoco en la situación de los centros que deben usar barracones, que ascienden a casi un millar, ha indicado Aguilar.
En los últimos cinco años, ha argumentado, se han incorporado unos 60.000 alumnos al sistema educativo catalán, por lo que contratar a unos 3.000 docentes sería “positivo” para comenzar a recuperar la situación anterior a los recortes.
Menos alumnos por aula
A estos miles de docentes debería añadirse la reducción de alumnos por aula, a su juicio, porque “25 niños por clase en P-3 es posible, pero con más de un profesor”, ha considerado, además de recordar que la escuela concertada está autorizada a tener a 27 por aula.
Por el contrario, “Catalunya se alinea con la continuidad” de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) por segundo curso consecutivo, a pesar del “actual panorama político, en el que puede cambiar todo en el plazo de unos meses”, ha considerado.
El MUCE reclama al Govern la revocación de las últimas normativas que han eliminado la participación de los docentes, de los padres y madres y del alumnado en los centros educativos, así como de las pruebas de evaluación externas usadas para clasificar a los centros y que han sido fuertemente cuestionadas por un elevado grupo de familias en Catalunya.
También apuesta por suprimir de los currículum la religión, parar la Formación Profesional Básica y la aplicación de los nuevos currículum, como el de Secundaria, que consta de unas 300 páginas y que aprobó la conselleria de Enseñanza el pasado 28 de agosto.
Aguilar ha precisado que la comunidad educativa conocía las “grandes líneas del currículum de Secundaria, pero no las concreciones”, a diferencia de las editoriales de libros de texto, que han conseguido tener los libros a tiempo para el próximo curso a pesar de haberse aprobado el contenido a finales de agosto.
“Le ha faltado valentía y decisión” a la consellera para no aplicar la LOMCE por segundo curso consecutivo, ha valorado.