Lina Morgan quiso irse en la intimidad más absoluta, ni siquiera deseaba que su capilla ardiente se instalara en el Teatro La Latina, su casa, pero esa voluntad fue contravenida por su amigo el productor Jesús Cimarro, quien tiene claro, que el gran homenaje del público ayer “le habría encantado” a la actriz.
“Mucha gente está desinformando y contando cosas que no son. Ella fue una mujer muy discreta y muy celosa de su intimidad, y tenía todo el derecho. Dejó claro que no quería que nadie la viera, y tampoco deseaba que se la hiciera ningún homenaje en La Latina”.
“Pero eso es en lo único en lo que se la ha contravenido -continúa-, porque yo no podía consentirlo, el teatro fue su casa. Estuvo más de 30 años y hasta que enfermó venía a su palco en los estrenos. Conservaba su despacho. Pero si hubiera visto lo que pasó ayer, las colas, la gente en el teatro, todo, le hubiera emocionado”, explica a Efe Cimarro.
“Muchas cosas inciertas”
El productor Jesús Cimarro, quien compró a la actriz el Teatro La Latina -del que es director- en 2011, junto al grupo catalán Focus y gran amigo de la actriz desde que ambos negociaron su compra “con 56 cenas” en un año, asegura que se están diciendo “muchas cosas inciertas” de Lina Morgan.
“La gente está desinformada y se está mintiendo mucho; por ejemplo, hoy se dice en algún medio que se vetó a sus sobrinos en el velatorio y eso no es verdad. Su sobrino estuvo ayer en el escenario y dio su adiós a su tía; pero ella hace tiempo que dejó, escrito como todo, que no quería saber nada de sus sobrinos”.
Cimarro también quiere volver a dejar claro, ante la iniciativa en las redes sociales para que el Teatro La Latina lleve el nombre de la actriz, que fue Lina Morgan quien expresó claramente su deseo de no fuera así.
“Cuando la compramos el Teatro, yo la pregunté que si quería que llevara su nombre, pero ella me dijo claramente que no, que debía seguir llamándose La Latina y que si ella hubiera querido cambiarlo, lo hubiera hecho, ya que lo tuvo 30 años. Me parece injusto lo que ahora se dice; en las redes me están poniendo verde, y ya vale”, exclama el productor.
En 2013, la gran cómica y singular vedette ingresó en la UCI del Hospital Beata María Ana de Madrid por una grave neumonía, donde estuvo 9 meses, después pasó por una residencia geriátrica y de ahí a su domicilio, donde ha muerto. Pero fue desde ese periodo cuando la propia actriz dio órdenes de que no se la visitara.
“Ella era muy discreta y coqueta, tenía una traqueotomía y no quería que la vieran, pero mandaba mensajes y estaba al cabo de todo. Veía la televisión y leía la prensa. “A mi me mandó uno de sus últimos mensajes y me decía:’¿Qué tal por Mérida, pasas mucho calor?’ porque sabía que iba al festival.
Anoche, tras la emotiva y multitudinaria despedida que le dieron a la actriz, tanto su público como compañeros de profesión y políticos de todos los ámbitos, Lina Morgan fue incinerada en la más absoluta intimidad. Y se desconoce el destino que tendrán sus cenizas.
“Ella lo dejó todo escrito; yo sí sé donde van a ir, pero no lo diré porque sería traicionarla, lo saben los que lo tienen que saber”, recalca Cimarro.
Homenaje de Madrid
Ayer tanto la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, quien estuvo en la capilla ardiente durante más de un hora, como la presidenta de la Comunidad madrileña, Cristina Cifuentes, dijeron que la actriz recibiría el homenaje de la ciudad.
Carmena señaló que Lina Morgan, de la que destacó su “humanidad” y “bondad”, merecía un homenaje. De parecida manera se ha expresado Cifuentes, quien ha precisado que la comunidad está estudiando cómo rendirle un homenaje.