El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, ha pedido hoy a la nueva alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, que resuelva “cuanto antes” el tema de la moratoria hotelera, ya que la medida, ha advertido, puede afectar negativamente a las inversiones y a la imagen de la ciudad.
En una entrevista con Efe, Valls ha expresado su “especial preocupación” por la decisión del nuevo gobierno municipal de suspender durante un año la concesión de licencias de todo tipo de alojamientos turísticos, lo que afectará a una treintena de proyectos hoteleros.
El empresario, que aún no se ha reunido personalmente con la líder de Barcelona en Comú, considera que la moratoria de un año decretada por el consistorio es “excesiva”, teniendo en cuenta la “gran importancia” estas inversiones en la ciudad.
Ha señalado, a este respecto, que la suspensión afecta a diversos hoteles de cuatro y cinco estrellas que atraen un tipo de turismo “de valor añadido”, que no es tanto vacacional como de congresos, ferias y exposiciones, “el que conviene a la ciudad”.
Valls advierte de que la moratoria hotelera puede poner en riesgo cerca de 10.000 puestos de trabajo vinculados a la construcción, mantenimiento y servicios de los establecimientos afectados, así como inversiones por valor de más de 3.000 millones de euros.
El Ayuntamiento ha señalado que a lo largo de los próximos meses revisará una por una todas las licencias hoteleras solicitadas, un proceso que Valls ha pedido que no se dilate y se realice “lo más rápido posible”.
“Si hay que trabajar intensamente, que se trabaje”, ha subrayado el presidente de la Cámara, que cree que el “problema” de Barcelona no son los hoteles de más categoría, que atraen a turistas de negocios, sino “de otro tipo”.
Valls recuerda asimismo que los inversores requieren seguridad jurídica y que decisiones de este tipo, sobre todo en un ámbito tan estratégico para la economía como el turístico, “pueden afectar a la imagen de Barcelona”.
El Ayuntamiento de Barcelona ha justificado la adopción de esta moratoria por la necesidad de “poner orden” en el sector hotelero e iniciar “un proceso de reflexión pausado y ordenado” sobre el modelo turístico de la ciudad.
Entre los proyectos hoteleros que estaban en marcha en Barcelona cuando Colau ganó la alcaldía en mayo figuran el futuro hotel de lujo previsto en la Torre Deutsche Bank, en paseo de Gràcia con Diagonal, el que impulsa el exdirectivo de Desigual Manel Adell en el Passeig Colom o el de Meridia en la zona de Sagrada Familia.
Aunque en un principio se comentó que el proyecto hotelero de Emin Capital en la Torre Agbar también se vería afectado, el fondo propietario del edificio anunció el pasado viernes que quedaba al margen de la moratoria hotelera.
En un comunicado, Emin Capital aseguró que responsables del área de urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona les notificaron que “será posible presentar y tramitar el proyecto para la transformación de la Torre Agbar para uso hotelero”.
A este comunicado, la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad de Barcelona, Janet Sanz, avisó ayer de que el Ayuntamiento “no aceptará presiones” sobre el futuro de la Torre Agbar, y ha matizó que, aunque el propietario ha utilizado un “atajo legal”, el consistorio aún deberá estudiar el proyecto.
Más allá de la preocupación que le genera la nueva política turística del consistorio barcelonés, Valls muestra también su desacuerdo con otra de las medidas adoptadas por Ada Colau en sus dos primeros meses como alcaldesa, como es el ‘carpetazo’ a la candidatura de Barcelona para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026.
Valls ha lamentado, en este sentido, que Colau haya adoptado esta decisión de forma unilateral, pese a ser un proyecto que beneficia principalmente a otros territorios de Cataluña.
La falta de inversiones en infraestructuras, los problemas de movilidad en el área metropolitana, la ejecución de los accesos al Puerto, el futuro económico de Barcelona o su proyección como ciudad emprendedora son otros de los temas que Valls espera tener ocasión de tratar en una futura reunión con Colau, a la que, por otra parte, ofrece, “como siempre, toda la colaboración de la Cámara de Comercio”.