La Policía Nacional desarticuló en Manresa una organización que tenía encerradas a varias mujeres para obligarlas a prostituirse y detuvo a seis de los miembros de la banda, que anunciaba los servicios sexuales de sus víctimas desde hacía siete años. Según informó ayer la Policía Nacional, la operación, denominada "Avutarda", ha conseguido liberar a diez mujeres, una de las cuales estuvo encerrada y privada de alimentos hasta que accedió a prostituirse.
Las mujeres, de diferentes nacionalidades, incluida la española, eran captadas mediante anuncios de falsos trabajos que la organización publicaba en la prensa e Internet. Muchas de ellas se encontraban en situación administrativa irregular, lo que la banda aprovechaba para obligarlas a prostituírse.
La red estaba liderada por un hombre de origen ucraniano junto con su pareja y su hermana, que han sido arrestados acusados de los delitos de pertenencia a organización criminal, proxenetismo y delitos contra los derechos de los trabajadores. Tres de los seis detenidos han ingresado en prisión provisional.
La investigación comenzó cuando los agentes identificaron a una mujer, de nacionalidad española, que denunció haber sido engañada con una falsa oferta de trabajo y que fue trasladada desde Valencia hasta Manresa, donde comprobó que no existía tal trabajo y donde le dijeron que tenía que ejercer la prostitución.
Las víctimas eran obligadas a ejercer la prostitución en pisos clandestinos, donde eran encerradas para que ejercieran la actividad durante 24 horas y eran controladas en todo momento por sus explotadores a través de cámaras de vídeo que tenían instaladas en los pisos. "Mantenían a las víctimas en esa situación de cautividad para maximizar los beneficios económicos", afirmó la Policía.