El coordinador general de Convergència, Josep Rull, afirmó ayer que CDC y UDC concurrirán por separado en las elecciones catalanas del 27-S porque el “proyecto político de la federación de CiU se ha acabado” y está en un camino de “no retorno” por las diferencias en el proceso soberanista. Rull explicó en una rueda de prensa los detalles de la reunión del miércoles por la noche de la ejecutiva de urgencia de CDC, en la que se dio por rota la federación tras la decisión de Unió de retirar a sus tres consellers del Govern y rechazar la oferta convergente de sumarse a una lista independentista de cara al 27-S.
Con presencia en la sede de CDC de la mayor parte de la dirección del partido, Rull señaló que no hay que “dramatizar” la ruptura “amistosa” de CiU, que hasta el presente ha sido una “herramienta útil en términos autonómicos”.
Pero a partir de ahora “defenderemos cuestiones diferentes, por tanto es bueno y positivo clarificar los proyectos de cara a los ciudadanos para que sepan qué votarán”, añadió Rull, que señaló que CDC tiene un proyecto “muy claro”, que es el compromiso “insobornable” de trabajar para que “Catalunya sea un Estado y que éste sea independiente”.
Rull aseveró que ya no habrán más Comités Ejecutivos de la Federación de CiU -había uno previsto para el lunes- y que, a partir de ahora, se deberán dar los pasos para disolver la federación de forma “amistosa” y con “seguridad jurídica”, teniendo en cuenta elementos como los ediles o la deuda financiera.
En todo caso, dejó claro que el fin de la federación es un “camino de no retorno” que no se prevé recuperar en posteriores elecciones, como las generales de finales de año.
“Damos por terminada una etapa y abrimos otra”, añadió el coordinador general de CDC, que indicó que “durante 35 años hemos sido los de la tercera vía -entre independencia y status quo-, pero ahora ya no lo somos”. El dirigente advirtió de que la ruptura de CiU no se puede “imputar” sólo a Convergència, aunque remarcó que los convergentes quieren evitar “señalar” responsables: “Cuando hay discrepancias, es una decisión que tomamos conjuntamente”, dijo al respecto
El convergente aseveró que los dirigentes democristianos le trasladaron que no querían concurrir el 27-S junto con Convergència, un partido que ha considerado que ha sido “extraordinariamente respetuoso” con el proceso interno de Unió. En un momento de la conferencia de prensa, Josep Rull tuvo un lapsus al hablar aún de su partido como “Convergència i Unió”, un error que corrigió al momento admitiendo, en tono distendido, que tendrá que “aprender” a decir sólo Convergència.
