Los tres consellers de Unió abandonarán el Govern que preside el convergente Artur Mas tras rechazar el "ultimátum" de CDC para que se adhiera a una lista independentista de cara al 27S, aunque UDC evita dar el paso de romper la federación y garantiza la estabilidad parlamentaria del ejecutivo catalán.
La dirección de Unió celebró ayer una reunión de tres horas para abordar la respuesta al ultimátum de CDC para decidirse sobre si se suma a la hoja de ruta a favor de la independencia, que Convergència acordó con ERC y las entidades soberanistas de cara a un adelanto electoral el 27 de septiembre.
"La salida del Govern es por coherencia y no quiere romper la federación de CiU", subrayó en rueda de prensa el secretario general de UDC, Ramon Espadaler, quien recalcó que la decisión de ayer no afecta a CiU en otras esferas como el Congreso de los Diputados o los ayuntamientos.
Sin embargo, el democristiano no concretaron con qué formato se va a presentar Unió a las elecciones catalanas ni qué futuro inmediato le depara a una federación con planteamientos distintos en cuanto al proceso soberanista.
Espadaler aseguró que el presidente de la Generalitat y de CiU, Artur Mas, ya había sido informado de la decisión "mayoritaria" de la dirección de Unió, por la que marcharán del Govern la vicepresidenta, Joana Ortega, el propio Espadaler, como titular de Interior, y el conseller de Agricultura, Josep Maria Pelegrí.
A la espera de que Mas, que reúne a la ejecutiva de CDC, haga efectiva la salida de los consellers democristianos, Ortega ha decidido ya que abandonará todos sus cargos políticos -es también vicepresidenta de la ejecutiva UDC- y quedará como militante de base.
La salida de los consellers, que también afecta a otros cargos de UDC en el Govern como secretarios y directores, se adoptó en el comité de gobierno sin unanimidad, con 16 votos a favor, 10 en contra y 2 abstenciones.
Los votos contrarios son del sector independentista de UDC, que encabeza Antoni Castellà, quien rechazó dejar su cargo de secretario de Universidades de la Generalitat, haciendo así oídos sordos a una propuesta de la dirección de UDC que él ve como una "grave irresponsabilidad".
Castellà aseveró que ni él ni otros representantes del sector crítico contribuirán con su salida del Govern a hacer "chantaje" o a "presionar" al president Artur Mas para que renuncie a la independencia: "Nos mantendremos firmes", recalcó.
Reproches de Duran
Por su parte, en Twitter, el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, reproches a CDC que no haya habido diálogo para tratar de encajar los diferentes planteamientos de los dos socios de federación y manifestó su apoyo al secretario general de UDC.
En la misma línea, Espadaler lamentó las "formas" de CDC por lanzar un "ultimátum" al que, sin embargo, han dado respuesta antes del plazo exigido -el sábado-.
Pero el secretario general de UDC y de CiU no clarificó si en las próximas elecciones catalanas Unió concurrirá por separado. Preguntado por la posible lista transversal del presidente catalán sin las siglas de CiU, Espadaler dijo que "ni se ve ni se deja de ver" dentro de la misma, porque aseguró que desconoce el proyecto, por lo que UDC aguardará a que se concrete el escenario del 27S para tomar una decisión.
En todo caso, el número dos de UDC dijo que su partido dará apoyo al gobierno de la Generalitat "hasta el último de los días de esta legislatura", tanto si se termina el 27 de septiembre como más tarde, recalcó.
Espadaler insistió que UDC no quiere romper la federación de CiU y señaló que en sus conversaciones con los dirigentes de CDC apreció "una voluntad de las dos partes" de que esto no suceda.
En este sentido, aseguró que la decisión no afecta al grupo parlamentario de CiU en el Congreso de los Diputados, que seguirá dirigiendo Josep Antoni Duran Lleida hasta las elecciones generales.