Catalunya / España

El Prat recibe con silencio y dolor los restos de las víctimas de Germanwings

El centro cultural aeronáutico de El Prat se convirtió ayer por la tarde en un inmenso y silencioso tanatorio para acoger y velar los restos mortales de algunas de las víctimas de la tragedia aérea de Germanwings, ocurrido el pasado mes de marzo en los Alpes franceses.
Un avión de carga de la compañía Lufthansa aterrizó poco antes de las 17 horas en la zona del hangar de Iberia transportando a bordo los restos mortales de 32 de las víctimas españolas de la catástrofe aérea.
Una vez en tierra, personal de la compañía aérea desembarcó discretamente los féretros por la parte trasera para evitar de este modo que la maniobra se pudiera ver desde fuera de las instalaciones.
Y es que todos los preparativos de la llegada al aeropuerto de El Prat de los primeros féretros de las víctimas de la tragedia aérea tuvieron un denominador común: el deseo tanto de las familias como de las autoridades de que el operativo de realizara discretamente, respetando en todo momento el dolor de los familiares.
En este sentido la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, se desplazaron hasta las dependencias del improvisado tanatorio para acompañar a las familias, aunque no hicieron ninguna declaración pública.

Trece féretros
Un total de trece de los féretros fueron trasladados a coches fúnebres para desplazarse hasta los puntos que sus familias hayan elegido para velarlos y enterrarlos.
El resto de féretros, diecinueve, fueron trasladados hasta las dependencias del centro cultural aeronáutico de El Prat, donde se habilitó un tanatorio para que los familiares pudieran velar a las víctimas.
Los paneles de hormigón en distintas tonalidades de color negro de este centro con forma de hangar encerraron en su interior el duelo silencioso de algunas de las familias de las víctimas del trágico accidente, ocurrido cuando el copiloto del avión, Andreas Lubitz, estrelló deliberadamente el avión de la ruta Barcelona-Düsseldorf el pasado 24 de marzo, con otras 149 personas a bordo.
En el interior de las instalaciones se habilitaron diecinueve pequeñas salas de vela con un espacio en el que se colocó el féretro y una sala contigua para que pudieran estar los familiares, con servicio de restauración y personal médico, así como doctores o psicólogos a su servicio.

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