Las demandas de disoluciones matrimoniales crecieron un 2,3% en el primer trimestre de 2015, según los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial, que confirman que los efectos de la crisis siguen notándose en el número de peticiones de cambios de las medidas acordadas en las rupturas familiares.
Durante los tres primeros meses del año, también aumentaron las demandas de separaciones (2%) y los divorcios (2,3%), respecto al mismo periodo de 2014.
Canarias y Catalunya, encabezan la tasa de disolución matrimonial, ya que se registra el mayor número de estas demandas por cada mil habitantes, con un 0,90 la primera y 0,83 la segunda.
Le siguen Andalucía y Asturias, con un 0,80 por cada mil habitantes; Comunidad Valenciana, con 0,79, y Baleares, 0,76.
La tasa más baja se ha dado en Castilla y León, con 0,56 por cada mil habitantes; seguido de La Rioja, con 0,59; Navarra, con 0,60; Aragón, con 0,62; Murcia, 0,66; Cantabria, 0,68; Extremadura y Galicia, con 0,70; Madrid, 0,71, y Castilla-La Mancha, 0,73.
Durante este periodo, siguieron creciendo los procedimientos de modificación de medidas en casos de separación o divorcio, así como en los relacionados con la guardia, custodia y alimentos de hijos no matrimoniales.