La ganadora de las elecciones en Barcelona, Ada Colau (BComú), aseguró ayer que el alcalde en funciones Xavier Trias (CiU) ha "dado por hecho" que ella será la próxima alcaldesa en la reunión que mantuvieron ayer, la primera desde las municipales del 24-M. En rueda de prensa, Colau señaló que la mesa de traspasos entre el gobierno saliente y el entrante también se reunió ayer, con lo que dio por iniciado el traspaso.
Sobre la posibilidad de que Trias se preste a impedir que fuera investida alcaldesa, Colau habló de "confabulaciones" y explicó que el alcalde en funciones le dijo, "con franqueza, que no era idea suya, sino que se lo han propuesto desde el PP y poderes económicos" de la ciudad.
Colau y Trias (CiU) conversaron algo más de una hora en el despacho oficial del alcalde en funciones mientras que en la galería Gótica del Ayuntamiento aguardaban decenas de periodistas, que no pudieron ver el saludo entre ambos dirigentes.
A la salida de la reunión Colau destacó la "absoluta cordialidad" del encuentro y la disposición por ambas partes de "mantener un tono adecuado" y "poner punto y aparte a la campaña y a los tonos habituales" de la misma y la voluntad de ambos de mantener una relación cordial y amable "más allá de las diferencias".
La reunión fue planteada en el marco de la preparación del traspaso del gobierno barcelonés una vez la candidata de BComú sea previsiblemente elegida primera alcaldesa de la capital catalana el 13 de junio, una cuestión puesta en cuestión por Trias ayer por la mañana al dejar la puerta abierta a aceptar seguir siendo alcalde si ERC, PSC y PP lo apoyan.
Colau explicó que el que llevó el peso del encuentro fue el alcalde Trias, como era de esperar porque era el que informaba, y se hizo un repaso a "los grandes temas de ciudad" que no dependen solo del ayuntamiento de Barcelona", entre los que ella citó la estación de La Sagrera y Mobile World Congress.
La futura alcaldesa aseguró que a pesar de la diferencias de modelo con Trias hay puntos de coincidencia, como que el ayuntamiento ha de ser "proactivo" para que el Estado atienda los compromisos con Barcelona.
Sobre la prorroga de un contrato con Telefónica que Trias renunció el miércoles a firmar a petición
de Colau, esta señaló que es un contrato ordinario que no era urgente de firmar y que "tocaba hacerlo al nuevo gobierno".
Teniendo en cuenta el conflicto con trabajadores de subcontratas de Movistar, a Colau le pareció "una oportunidad" que el ayuntamiento empiece a influir en que grandes empresas adopten nuevas prácticas laborales.
"Barcelona lo tiene todo para dar un paso adelante" y que su ayuntamiento sea "referente" tanto de gestión de una ciudad como en transparencia y democracia, consideró Colau.