Antonio Machado
Se cumplen 10 años del 15-M. Movimiento social surgido en plena crisis financiera mundial. Esta crisis tuvo consecuencias mucho más duras para los españoles, sobre todo para los jóvenes.
Se inició en el 2007 como resultado de la eclosión de la burbuja inmobiliaria generada en la economía española, al endeudamiento en bienes de consumo y a la actividad productiva, víctima del capital financiero especulador. La reforma de la ley del suelo que realizó José María Aznar (PP) sirvió para incrementar la corrupción política utilizada como fuente de riqueza. Todo eso nos llevó a unas cuotas de miseria colectiva nunca vistas desde la postguerra. En general ha supuesto una pérdida del 28% de la riqueza colectiva del pueblo español.
El 15-M proyectó muchas cosas hacia la sociedad civil. Basó su esencia en “no nos representan”. Esa consigna desautorizaba a la clase política frente a la sociedad civil. Cuestionaban los mecanismos de representación institucional. Se exigía democracia participativa frente a la democracia representativa, amparada en la Constitución. Democracia real ya. Se abogaba por mecanismos participativos directos en la sociedad civil. Así nacieron espacios de debate y de acción reivindicativa que intentaban incidir en las decisiones de los gobernantes. Se fomentó la organización de la sociedad civil en torno a objetivos concretos. Así constituyeron “las mareas”, centradas en sanidad, educación y pensiones, Observatori Control Municipal, Asamblea de Parados +50, Marchas por la Dignidad, Yayoflautas, Stop Desahucios, Observatori Drets y otras más.
El voto más inútil es el voto útil. Cuestionaba el propio sistema electoral frente a los ciudadanos y el valor del mismo. Se exigía la reforma de la ley electoral. Se incitaba a la ciudadanía a tomar decisiones con conciencia. Exigía la reforma de la ley electoral.
Nietos en paro, abuelos trabajando. Cuestionaba profundamente la racionalidad del sistema productivo. Esta consigna repite lo dicho por los sindicatos desde hace 30 años. Trabajar menos para trabajar todos.
Tu pasividad es tu complicidad. Llamamiento a sumarse a toda la ciudadanía. Hubo una ola enorme durante los primeros días y semanas, pero fue evaporándose poco a poco. No hay pan para tanto chorizo. Puede que fuera la más significativa en aquellos momentos, donde la corrupción alcanzaba a casi toda la clase política y recorría España de norte a sur. De todo esto quedó la necesidad de romper el bipartidismo. Así nació Podemos. Fue la respuesta de esa juventud a los comentarios del capital financiero y los partidos tradicionales. Si quieren cambiar las cosas que se incorporen a la lucha política desde las instituciones. Así lo hicieron y surgió un líder de enormes cualidades: Pablo Iglesias.
El objetivo de los jóvenes surgidos del movimiento era desarrollar las plataformas ciudadanas de lucha a la vez que se llevaban esas luchas de la mano de UnidasPodemos a las instituciones. Llegaron las elecciones al Parlamento Europeo del 2014.
Podemos se presentaba y consiguió 1.253.837 votos (el 7,98% de los votantes) y 5 diputados. Los partidos de izquierdas vieron que ese movimiento iba a ir en aumento y se integraron en su seno. Ellos venían ya de las plataformas ciudadanas, sobre todo los comunistas e IU. Entre todos y todas consiguieron que se avanzara en las propias instituciones. Que asumieran la necesidad de mayor transparencia. Se hablaba de declaración de patrimonio de los cargos públicos, de ley de transparencia y buen gobierno, Ley 19/2013, de 9 de diciembre. Aunque la necesidad de ocultar la corrupción de la Casa Real llevó al bipartidismo a excluirla de esta dinámica de transparencia democrática. Desde las instituciones locales (ayuntamientos) se crearon espacios participativos para la sociedad civil, donde interactuaban los representantes ciudadanos (movimiento vecinal, de la mujer, deportivo, cultural, social, vivienda, etc.) con los representantes de las áreas de gobierno municipal, desarrolladas desde normativas de Participación Ciudadana. La ciudadanía pudo acceder a espacios de debate y decisión. Se crearon nuevas concejalías específicas a las nuevas actividades ciudadanas. Este marco participativo permitió que en el seno de la sociedad civil se incrementara la conciencia social. Recordemos otra consigna del 15-M… Pienso luego estorbo. El nuevo partido, Podemos, junto con otras fuerzas de izquierdas y progresistas, en las elecciones legislativas del 2015, consiguió 4.128.464 votos (16,36%), 69 diputados, eso ya rompía totalmente el bipartidismo. A partir de ese momento el poder económico decidió ir a destruir esta nueva opción política que atentaba contra sus intereses y sus privilegios. Para ello utilizó a un fiel empleado de banca, Albert Rivera, que fundó un nuevo partido llamado Ciutadans (nació en Catalunya), ya que su primera misión era capitalizar el voto de los castellanoparlantes para destruir el incipiente “procés”. En seguida se lanzó al escenario estatal y en las elecciones del 2016 Ciudadanos obtuvo 3.123.769 votos (13,05%) y 32 diputados. En esas mismas elecciones UnidasPodemos tuvo 5.049.734 votos (21,1%) y 71 diputados.
El sistema oligárquico español (IBEX35+PP+PSOE y satélites) vieron peligrar totalmente el régimen del 78. Debían ir a por todas, y así lo hicieron. Campaña de destrucción de la cabeza más significativa de lo que representaba el 15-M… Pablo Iglesias. Desde entonces las campañas difamatorias fueron diarias con la colaboración de todos los medios de comunicación privados y la mayoría de los públicos. Se le achacaron todos los vicios propios del sistema (corrupción, uso del cargo para interés propio, aburguesamiento, traición a los suyos, engaño al pueblo). Debían conseguir que la ciudadanía viera a esos jóvenes como la propia casta. Al final lo consiguieron con la colaboración del Estado, utilizando recursos públicos.
En estos momentos la tendencia emergente es totalmente contraria. Se llama VOX, se llama fascismo, con la colaboración de la mayoría de medios de comunicación y el resto de políticos blanqueándolos las 24 horas y los 365 días del año. Intentan que ese fascismo encubierto sea la alternativa a esa juventud desencantada del futuro que les espera. Es otra forma de engañar al pueblo, pero con consecuencias inimaginables para esa juventud que alardea de votar a VOX en los centros educativos, o esa clase media, víctima de la eterna crisis del 2008 que también se suma a esa sinrazón. Los que luchamos contra el franquismo tenemos muy claro qué pueden aportar esos enemigos de los derechos humanos.
Frente a la pandemia hemos visto las más irracionales y criminales actitudes de parte de VOX y PP. Porque el Covid ha sido su última baza para destruir el espíritu del 15-M.