Los psicólogos coinciden en que las celebraciones de Navidad aumentan los niveles de estrés y ansiedad y, en algunas personas, provocan un profundo sentimiento de angustia. Cumplir con todos los compromisos sociales, las aglomeraciones de personas, los gastos de las compras navideñas, etcétera, son parte del origen de este aumento. Si a estos datos les sumas las restricciones derivadas de la crisis sanitaria, el descalabro económico que se está generando asociado al aumento creciente de la inseguridad laboral, el impacto psicológico de la pandemia se verá agudizado.
Según los últimos estudios, la ansiedad es, con diferencia, la condición psiquiátrica más común en Europa, con una prevalencia del 14%, siendo las mujeres, en la mayoría de las ocasiones, el colectivo más afectado. Pese a todos estos preocupantes indicadores, los datos reflejan que estas patologías no sólo están infratratadas sino que, además, los pacientes no recurren a los especialistas, ni hablan sobre el problema, por miedo a ser estigmatizados.
Además, la anómala situación que estamos viviendo debido a la pandemia ha provocado un contexto generalizado de estrés poblacional, cuyo impacto psicológico parece ya indiscutible. Según el último informe elaborado por la consultora Affor, el 42% de la población encuestada presenta síntomas de ansiedad y el 27,3% siente que su salud ha empeorado en los últimos meses.
La presión de tener que reunirnos con amigos y familiares, por tener que sentirnos contentos y tener que divertirnos, contribuye a ese malestar ocasional, pero hay otros factores. Como se trata de una fiesta especialmente relacionada con la infancia y el calor del hogar, puede suscitar sentimientos de nostalgia y melancolía. Con todas las restricciones que marca la situación actual, es normal que aparezcan reacciones de ansiedad, estrés traumático, síntomas depresivos o insomnio. La ansiedad y el miedo son mecanismos de regulación habituales en situaciones excepcionales que nos preparan para enfrentarnos ante una amenaza, en este caso particular la amenaza del virus, y por lo tanto es normal que estas reacciones aparezcan en una situación como la que estamos viviendo. Sin embargo, no es normal que estos síntomas se vuelvan persistentes y que generen un sufrimiento que llegue a afectar de forma importante la calidad de vida de quienes los sufren y además que se convierta en una patología generalizada que ya afecta a una amplia proporción de la población.
Algunos de los factores por los que la Covid-19 ha incrementado esta patología entre población en estas fechas son las restricciones de aforo, la incertidumbre sobre si podrás o no viajar, la angustia sobre los posibles contagios o la incertidumbre frente a un posible contagio en nuestro entorno. A todo ello debemos sumar la crisis económica que ahora mismo azota a millones de hogares españoles y todos los gastos que la Navidad conlleva. El temor, la angustia y la incertidumbre han sido el caldo de cultivo perfecto para que la ansiedad haya ido apoderándose de la calidad de vida de los españoles.
Ahora se vuelve más necesario que nunca reconocer los síntomas de la ansiedad y comenzar a tratarla si se convierte en una patología, con la ayuda de especialistas y medicamentos que nos faciliten el proceso de superación.
Recientemente se ha puesto en el mercado un nuevo medicamento cuyo principio activo, silexan, se extrae del aceite esencial de lavándula angustófila y está indicado para el tratamiento de los síntomas transitorios de ansiedad leve-moderada en personas mayores de 18 años.
Además, su buen perfil de seguridad permite que se pueda dispensar en la farmacia sin receta médica. Es fundamental una detección precoz y un tratamiento médico de las formas leves-moderadas de ansiedad desde su inicio, para evitar que aumente su gravedad o se cronifique y disminuir así el grado de sufrimiento que estos trastornos producen o que se acabe complicando con la asociación con otros trastornos mentales como la depresión. Por eso es tan importante tratar los síntomas de ansiedad en el momento en el que aparezcan y utilizar para ello medicamentos que combinen la eficacia con un buen perfil de seguridad. Como ya se ha comentado, las fechas navideñas pueden hacer que esta sintomatología aparezca o se intensifique por lo que es importante estar alerta para poder actuar sobre ella cuanto antes.
*El autor es director médico de Schwabe Farma Ibérica