Sólo hay que subir y bajar la calle principal del pueblo desde las 8.30 de la mañana hasta las tantas de la noche y ver los grupos de gente sin mascarilla. ¿Son inmortales? ¿Están inmunizados? ¿Se habrán vacunado? No, qué va, es que ellos están por encima de eso, por favor. Las mascarillas les molestan y, entre otras cosas, a esta gente nadie le dice lo que debe hacer. Será por eso que no se atreve a intervenir ni la policía, a la que si hacen la prueba de ir durante unos días y observar el panorama que estoy describiendo no verán por ningún lado.
Me gustaría que esta situación se diera a conocer, porque esta gente nos pone en peligro a todos, si fuera que sólo se exponen ellos, perfecto, ya somos mayorcitos, cada cual es libre de querer enfermar o no, pero no es justo que por unos cuantos que se creen inmortales enfermemos los demás.