N 2010 Nicolas Sarkozy intentó reformar el sistema público de pensiones en Francia. El 7 de Septiembre, 2,5 millones de franceses salieron a la calle en una huelga general multitudinaria. En Octubre hubo 4 días de movilizaciones en toda Francia. Pararon refinerías, trenes, aeropuertos, cortes de carreteras, puertos, gasolineras.
El 24 de Noviembre del 2018 los chalecos amarillos se movilizaron en los Campos Eliseos de Paris reclamando mejores pensiones y una mejor redistribución de la riqueza.
El 19 de Octubre del 2019 se movilizaron, con una huelga general, 1,1 millones los franceses contra el intento de reformar el sistema de pensiones en Francia.
El 5 de Diciembre del 2019 ha habido otra huelga general que ha movilizado a 1,5 millones los franceses. Se paralizaron los trenes de cercanías y largo recorrido, metro, líneas de autobuses, gasolineras y aeropuertos. Se manifestaron en más de 250 acciones en Francia, de Norte a Sur. Después de años de impotencia ante la ofensiva neoliberal, los sindicatos franceses impulsaron la movilización social más importante tras el inicio del mandato de Emmanuel Macron. Un año después de la revuelta de los chalecos amarillos.
La edad efectiva de jubilación en Francia es de 60 años. La tasa de sustitución de las pensiones por jubilación está en el 67.7% (España 89.5%, Alemania 50%). El peso del gasto público con respecto al PIB que tienen las pensiones en el país vecino es del 15.2%, la tercera más alta de la UE después de Italia y Grecia (España 13.1%, Alemania 11.8%).
En 1995 ya hubo un intento de agresión a los trabajadores de Francia. Las huelgas de tres semanas de infinidad de sectores paralizaron París. Supusieron una derrota política del primer ministro Alain Juppé que intentó implantar un paquete de medidas liberales y el gobierno tuvo que dar marcha atrás en lo que supuso un punto de inflexión político total en Francia. 24 años después el péndulo de la historia pasa por el mismo punto.
Todas las movilizaciones de lucha por las pensiones se han llevado a cabo desde la intersindical francesa (mesa unitaria de todos los sindicatos). ¿Por qué en España nuestra lucha en defensa del sistema público de pensiones tiene más incidencia desde las plataformas y movimientos ciudadanos que desde las propias centrales sindicales de CCOO y UGT?.
Llevamos 12 años de pérdida de derechos, de poder adquisitivo, de destrucción de puestos de trabajo, de desahucios, de represión (ley mordaza), de miseria en el 25% de la ciudadanía.
¿Por qué los sindicatos españoles, en los 9 años que llevamos de pérdidas de derechos con las pensiones, desde Zapatero, Rajoy, y Pedro Sánchez. ¿Por qué ahora que está creciendo la economía, no crecen los salarios? ¿Por qué no han convocado ni una sola huelga general?.
¿Por qué los sindicatos españoles no están coordinándose con los sindicatos franceses y del resto de Europa para preparar un gran movilización en toda Europa contra este proyecto de desmontaje del Sistema Público de Pensiones nacido desde el seno de la Unión Europea y que va aceptándose desde el Parlamento Europeo con los votos cómplices de gran parte de diputados españoles?
¿Por qué los partidos que se auto proclaman demócratas (PP, JxC, PNV, C,s, PSOE) son cómplices con el capital financiero para lanzar a la más absoluta miseria a gran parte de los pensionistas de este país? Vox también está por la privatización de las pensiones, que no os engañen.
¿Por qué esa inactividad combativa frente a la mayor agresión que se va a realizar a más de 9 millones de españoles y a los que vienen detrás, es decir, a nuestros hijos, con el silencio y complicidad del conjunto de entidades políticas y sociales de España?
Los sindicatos tienen la obligación moral de ponerse a la cabeza de la lucha de los pensionistas y defenderlos sin límites. Esos pensionistas, que fuimos afiliados de esos sindicatos, y contribuimos al sustento de la organización, ahora estamos solos ante el peligro, autoorganizándonos y marcando estrategias, pero eso significa que nuestra lucha queda divorciada de los trabajadores en activo. Nuestra lucha debe comenzar en las organizaciones de base dentro de las empresas (los comités y delegados) porque ellos y ellas son las víctimas del resultado final que haya en este proceso de desmantelamiento del sistema público de pensiones de España.
Ellos lo saben, ¿por qué no lo afrontan como está pasando en Francia?