Diez de la noche, el sol hace poco que se ha puesto del todo, se llena, progresivamente el recinto de la Seu d’Ègara. Todos colocados, se apagan las luces y se iluminan como nunca antes (para ser exactos, como en diciembre, primera vez que se proyectó este espectáculo) las fachadas de las iglesias de Sant Pere, Santa Maria y Sant Miquel al ritmo de “Yulunda”, de Dead Can Dance.
Así arranca el vídeo mapping que hace un impresionante recorrido de luz y sonido por los 2.400 años de historia que tiene la Seu d’Ègara. El montaje, realizado por la empresa ALCA FIlms, a petición del Ayuntamiento de Terrassa, tiene como objetivo dar a conocer el pasado y presente de este conjunto monumental, al tiempo que impulsar su candidatura como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Durante diez minutos, las fachadas de las Esglésies de Sant Pere se convirtieron en inmensas pantallas que iban proyectando a un ritmo frenético imágenes de su propia historia. Se pudo ver como debía ser el poblado íbero, Egosa, que habitó el lugar donde hoy está la Seu d’Ègara. También lo más característico de la época romana y de la cristianización, en los siglos IV y V, cuando aparecieron los primeros espacios de culto.
Retablos en movimiento
La música y las imágenes transportan después al espectador al nacimiento y consolidación del Bisbat d’Ègara, que va de los siglos V al VIII. Entonces, pudo verse las iglesias como debían ser originariamente, tanto en su exterior, como en el interior. De las paredes de cada edificio surgían las obras pictóricas más características, como el retablo mural de la iglesia de Sant Pere, “una obra pictórica única del arte cristiano”. Este recorrido visual también ofrece pinceladas de la época románica, del gótico y de la etapa moderna hasta llegar a la situación actual del conjunto monumental.
El espectáculo, que cautiva a los asistentes, se proyectó el sábado por la noche en distintos pases para dar más visibilidad a este trabajo y, al mismo tiempo, ofrecer la posibilidad de que más egarenses lo disfrutasen, aprovechando la Festa Major.
Este impresionante viaje da a las Esglésies de Sant Pere una nueva dimensión de luz, color y sonido, y pone las tecnologías de vanguardia al servicio de un conjunto monumental histórico que aspira a ser Patrimonio Mundial.
