La oferta de actividades de la Festa Major de este año ha incluido, como es habitual, varias propuestas para conocer la ciudad a fondo desde varios puntos de vista, uno de ellos es el prehistórico. El Museu de Terrassa, siempre inquieto en estudiar el pasado, se ha sumado a esta oferta con el estreno de una visita guiada para saber qué pasaba hace un millón de años en el Parc de Vallparadís.
La cita fue el sábado, a las 12.30 horas del mediodía, en el Castell Cartoixa. Sílvia Comellas, técnica del museo, dio la bienvenida a un grupo de unas quince personas de todas las edades, principalmente adultos y niños. Comellas motivó en seguida al contar que los miles de restos localizados en las excavaciones de Cal Guardiola y bajo la estación de Ferrocarrils de la Generalitat datan de un millón de años y que, en sus primeros análisis, se determinó que los dos yacimientos eran excepcionales tanto por su cantidad, calidad y diversidad en la conservación como en la novedad que representa para el patrimonio cultural local.
La guía, a través de documentación fotográfica que fue mostrando, contó que en los trabajos a veinte metros de profundidad se descubrieron restos de vertebrados de hasta más de treinta especies; hipopótamo (simbolizado en las dos figuras que hay en el parque bajo la cartuja) hasta elefante pasando por lobo, hiena, bisonte, oso, tigre, ciervo, jabalí, zorro, mono, ratas…., así como restos vegetales. Todo ello llevó a la conclusión que Vallparadís fue, hace un millón de años, un valle de clima mediterráneo tropical apto para el hábitat de estos macro y microvertebrados. De hecho la palabra Vallparadís proviene de "valle" y "paraíso" y, los estudios, han confirmado que fue en época prehistórica una auténtica sabana africana.
Comellas añadió también que en los miles de hallazgos no se ha evidenciado presencia humana pero si su acción. En este sentido subrayó que observaron marcas en huesos de los animales identificados, por lo que no se descarta que ese oasis salvaje, con bosque y vegetación de ribera, hubiera acogido algún poblado. En aquel momento hubo una primera ola de emigración desde África, por lo que hubiera podido asentarse en aquel Vall Paradís a través de Gibraltar. La visita del Museu empezó en el Castell, prosiguió por las zonas de las excavaciones y volvió a su punto de partida. Allí, en el aula-taller, Comellas se reservó para el final admirar pequeñas perlas halladas: maderas de roble y castaño, frutos y excrementos de hiena. Edad: un millón de años o más. Inaudito.