El Vallès Occidental acoge actualmente a un total de 413 personas solicitantes de asilo y refugio, que han encontrado en la comarca un territorio de acogida que les ha permitido iniciar una nueva vida. La información fue facilitada ayer por el Consell Comarcal coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de las Personas Refugiadas. Estas 413 personas se reparten entre ocho municipios de la comarca, entre ellos Terrassa, que con 90 es la segunda localidad en volumen de acogida, por detrás de Sabadell, que lidera el ranking con 215 refugiados. A Terrassa le sigue Rubí (64) y Cerdanyola (34). Las diez personas restantes hasta completar las 413 se reparten entre Sant Cugat, Ripollet, Barberà y Montcada.
Las cifras han sido proporcionadas al Consell Comarcal por el comité para la acogida de personas refugiadas del departamento de Treball, Afers Socials i Famílies de la Generalitat.
Según estos datos, en 2018 se registraron 8.034 solicitudes de asilo en Catalunya, más del doble que el año anterior. En el conjunto de España, las peticiones aumentaron un 63,9% respecto a 2017. De estas, las nacionalidades eran un 36% de Venezuela, un 16% de Colombia, un 5% de Siria, un 4% de El Salvador y el mismo porcentaje de Honduras. El 35% restante se reparte entre otras nacionalidades.
En el Vallès Occidental hay 413 plazas del programa global de protección internacional del Estado español, distribuidas en ocho municipios de la comarca. Poco más de la mitad se encuentran en Sabadell (215) y el 57,1% se hallan en una segunda fase de integración/autonomía (236).
Mentoría
Desde la Generalitat se ofrecen programas de voluntariado para la acogida de personas refugiadas, en los que colabora el Consell Comarcal. El ‘programa català de refugi’ es uno de estos programas y consta de una mentoría con adolescentes y jóvenes emigrantes que están solos y otra con personas refugiadas.
La primera mentoría tiene como objetivo facilitar la relación del o la menor con personas y/o familias que le permitan conocer y vincularse con la sociedad de acogida y favorecer la construcción de su proyecto de vida migratorio. En paralelo, también se acompaña al joven en la adquisición de las competencias lingüísticas y laborales.
Respecto a la mentoría con personas refugiadas, persigue acompañar a los solicitantes de protección internacional o refugiados en el proceso para conseguir una autonomía socioeconómica en la sociedad que los acoge. De esta forma, las personas mentoras se comprometen a acompañar a los solicitantes de protección internacional o refugiados en el proceso de aprendizaje y consolidación de la lengua, de descubrimiento del entorno y ampliación de la red social y a darles apoyo en el itinerario laboral, dedicando para ello de dos a cuatro horas a la semana durante un año.
Asimismo, la ONG Refugees Welcome informó ayer de que más de 46 mil personas han solicitado asilo en España durante los primeros cinco meses de este año y que las personas pendientes de respuesta ascienden a cien mil. La organización denunció que, después de pasar seis meses en un centro de acogida, las personas refugiadas en España "tienen auténticos problemas para encontrar una vivienda en condiciones de igualdad", ya que la "pequeña ayuda" que reciben del Estado no compensa su "escaso poder adquisitivo".