Los catalanes destinan de media un 49,2% de su salario al pago del alquiler, un porcentaje solo superado por los madrileños (51%), según un estudio de los portales Infojobs y Fotocasa. El porcentaje se ha calculado teniendo en cuenta una vivienda de 80 metros cuadrados y el salario medio registrado en Infojobs para Catalunya, que en 2018 era de unos 23.727 euros brutos anuales (1.977 euros al mes).
El porcentaje de salario destinado al pago del alquiler en Catalunya es inferior en 1,3 puntos al calculado para 2017, que fue del 50,5%, pero sigue siendo muy superior a la media nacional, donde el alquiler absorbe el 33,9% de los ingresos.
Por otra parte, el estudio también estima que los catalanes deben destinar el equivalente a 8,6 años de salario a la compra de una vivienda en Catalunya, algo menos que madrileños y vascos (9,3 años) y que baleares (9 años). La proporción se calcula teniendo en cuenta un precio de unos 203 mil euros para una vivienda de 80 metros cuadrados.
Asimismo, el precio de la vivienda bajará este año un 5% en Barcelona, mientras que el del alquiler lo hará “entre un 3% y un 4%”, según un informe elaborado por la consultora inmobiliaria Forcadell y la Universitat de Barcelona (UB)
El estudio ha sido confeccionado por el profesor titular de Economía de la UB Gonzalo Bernardos, que explicó que en el conjunto de España, en cambio, la vivienda se encarecerá un 5% este año, en tanto que el alquiler bajará un 3% de promedio.
Bernardos aseguró que el precio de la vivienda también caerá un 5% en Palma este año, pero en cambio en Madrid subirá en torno a un 4%, aunque podría bajar en la capital española a partir de 2020.
Inestabilidad
El autor del estudio justificó la caída del precio de la vivienda en la ciudad de Barcelona por factores como la gran reducción de adquisiciones de pisos por parte de extranjeros y family office “debido a la inestabilidad jurídica, económica y política” vivida especialmente en el último trimestre de 2017, como consecuencia del procés.
Según Bernardos, las viviendas de lujo que se han construido en Barcelona pensando en un comprador extranjero tendrán “peor salida” que hace algunos años, y en cambio aumentará la demanda de pisos en distritos de la ciudad más modestos o en la periferia, con el fin de cubrir las necesidades de los jóvenes.
Con todo, Bernardos quiso dejar claro que en España hay por delante “un ciclo muy largo y muy moderado” para la vivienda de compra, y añadió: “No hay burbuja inmobiliaria ni se la espera”.
Y es que este informe augura que este año un millón de familias españolas que estaban de alquiler se plantearán adquirir un inmueble, con lo que el mercado de la vivienda en propiedad en España está “en una etapa inicial de su fase expansiva” y , en cambio, el alquiler tiene una “tendencia a la baja” en toda España, según Bernardos.
Y es que, si se analiza la evolución del precio de la vivienda en las 15 capitales de provincia más pobladas entre 2008 y 2018, solo ha habido aumentos de precio en términos nominales en Palma (25,4%), Madrid (4,7%) y Barcelona (4,4%).
Si se confirma la reducción del precio de la vivienda en Barcelona, sería la primera producida desde principios de 2014, y en el caso del alquiler desde finales de 2013.
No obstante, el profesor advirtió de que, por el contrario, seguirán aumentando los precios de la vivienda fuera de Barcelona, en especial en las poblaciones del área metropolitana, ya que los barceloneses que dejan la ciudad por el alto precio de la vivienda allí se van a vivir a ciudades del entorno metropolitano.