Los trabajadores de Catalunya hicieron más de 77 millones de horas extras en 2018, de las que el 44%, 34 millones, ni se pagaron ni se compensaron, lo que significó que la administración dejó de recaudar 167 millones de euros en Catalunya, según un informe de UGT dado ayer a conocer. El estudio, presentado cuando se cumple un mes de la entrada en vigor de la obligatoriedad del registro de la jornada laboral, apunta a que, si todas las horas extras trabajadas se trasladasen a jornadas completas, se habrían podido crear más de 44.200 puestos de trabajo. La secretaria de Política Sindical de UGT de Catalunya, Núria Gilgado, sostiene que muchas empresas no tienen las plantillas que necesitan para realizar su producción y esta situación se solventa con la "prolongación de la jornada laboral" de los trabajadores, que, en muchos casos, ni se paga ni se compensa.
De media anual, los asalariados que hicieron horas extras en 2018, acumularon un total de 9,8 horas extras a la semana, de las cuales 5,5 horas extras se pagaron y 4,3 no. Las horas extras en 2018 se incrementaron un 4,34% respecto a 2017. Según una encuesta realizada por el sindicato a un total de 350 personas, solo el 18,2% de los delegados afirma que todo el mundo en su empresa o centro de trabajo registra la jornada. Gilgado destacó que, si en las empresas en las que hay representación legal de los trabajadores están así, se puede imaginar "cómo estarán en el resto".
Escaso consenso
Además, el 78,9% de los delegados afirma que el sistema de registro no ha sido consensuado entre la empresa y la representación de los trabajadores. Respecto al método utilizado para el registro de la jornada laboral, el 42,1% de los encuestados emplea la tarjeta y el 24,1% la huella digital, siendo estos los medios más utilizados. Gilgado considera que ha habido una "falta de implicación" por parte del Gobierno porque ha dejado "muchas cosas en el aire" con esta normativa y ha sido "demasiado blando". También cree que la baja cuantía de las sanciones, entre 625 y 6.250 euros, por incumplimiento de la obligatoriedad de realizar el registro horario, es tan pequeña que muchas empresas asumen el riesgo de "tener una posible sanción", en lugar de realizar el registro horario y pagar todo lo que corresponde por horas extras. Consideró que el registro de la jornada laboral es la "única forma de garantizar el equilibrio de las prestaciones contractuales", el equilibrio entre lo que se trabaja y su remuneración, evitar abusos y mejorar la salud laboral de los trabajadores y evitar accidentes de trabajo. También afirmó que la parte empresarial no está cumpliendo con su obligación, que "esta norma era necesaria y se tiene que cumplir", por ello instó a la Inspección a que haga su tarea. Para ello, pidió que se otorgue a la inspección de recurso, ya que solo hay en Cataluña 944 inspectores y 828 subinspectores, lo que es un ratio de un inspector por cada 1.600 empresas y un inspector por cada 14.000 trabajadores. En la UE la media es de un inspector por 7.000 personas.