Un cartel anónimo en el pipicán situado en la avenida de Béjar con la calle de la Tramuntana hizo que el domingo saltaran las alarmas. Algún desalmado aseguraba haber rociado la zona con sulfato de estricnina, una sustancia venenosa que puede incluso causar la muerte del que la ingiere. Por motivos de seguridad y atendiendo al principio de precaución, el Ayuntamiento decidió ayer precintar todos los pipicanes: nueve en total.
"He rociado diversas partes del pipicán con sulfato de estricnina. A partir de ahora recomiendo a los propietarios de los perros que no los paseen por aquí dentro. Para quien no sepa que es la estricnina, enseguida lo averiguará si su perro la ingiere. Es cuestión de unos 15 minutos. Suerte". La alarmante nota acababa con una amenazadora postdata: "Repetiré la acción varias veces a lo largo de este año".
La Policía Municipal tuvo conocimiento de esta supuesta acción el domingo. Tras acudir a la zona junto a técnicos de Medio Ambiente, se decidió clausurar el espacio el mismo domingo. Ayer lunes, esta decisión se amplió a todos los pipicanes de la ciudad, que fueron clausurados como medida preventiva mientras se investigan los hechos y se determina la presencia o no del veneno.
Inspectores de protección de la salud del servicio municipal de Medio Ambiente estaban ayer analizando el pipicán de la avenida de Béjar donde apareció el cartel y las otras ocho zonas habilitadas para perros. De momento no se han hallado restos del veneno supuestamente rociado ni de ninguna otra sustancia peligrosa. Tampoco se tiene conocimiento de que ningún animal haya sido efectivamente envenenado. En paralelo, se está trabajando junto a veterinarios para conocer la mejor manera de actuar en caso de encontrarse restos de este veneno y garantizar la seguridad. Además, hay niños que acompañan a sus mascotas en estos recintos, por lo que el riesgo no es solo para los animales.
La Policía Municipal ha iniciado las investigaciones para encontrar al autor de la inquietante nota. También entidades protectoras de animales están siguiendo este asunto. Se desconoce cuándo volverán a abrirse los nueve pipicanes precintados. El devenir de las inspecciones determinará la reanudación de su actividad.
La estricnina es un polvo inodoro de sabor amargo. Aunque su uso está prohibido en la Unión Europea, lo cierto es que todavía hay quien lo utiliza como pesticida para matar pequeños vertebrados, en particular pájaros y roedores. Su ingesta puede provocar desde convulsiones y agarrotamiento muscular hasta la muerte por asfixia. Su prohibición no ha evitado que aún haya cierto stock en circulación de este peligroso veneno.