Terrassa ha revivido este fin de semana de Pentecostés una gran fiesta de tradición andaluza sin precedentes. Es la Romería del Rocío, un encuentro religioso y también folclórico que en Catalunya está organizado por la Federación de Entidades Andaluzas (Fecac), hermandades, asociaciones y entidades. Aquí, en la ciudad, la Romería del Rocío tiene lugar en Can Petit, justo al lado del polígono industrial del mismo nombre. Han sido cuatro días, desde el jueves por la tarde hasta este lunes de adoración y veneración intensa a la Blanca Paloma, con oficios religiosos, acompañados de coros, y sobre todo de convivencia entre las hermandades a las que une el sentimiento y la nostalgia de su tierra.
La romería ha vuelto a ser multitudinaria. Veinticinco mil personas han participado de forma directa o indirecta, un número que da idea de la gran dimensión que toma la fiesta en tierras catalanas. El balance ha sido más que satisfactorio. “Todo ha ido perfecto. Estamos muy contentos. Todos los actos centrales, el desfile ante la virgen, las misas y el rosario, se han desarrollado con mucha participación y todas las hermandades y asociaciones realizaron su camino hasta Can Petit sin problemas”, valoraba ayer al mediodía Daniel Salinero, presidente de la Fecac.
El recinto para el Rocío en Terrassa se empezó a dibujar el jueves cuando arribaron las primeros romeros, algunos de ellos con camiones y grandes vehículos debido a que transportaban muchos enseres y pernoctaban hasta el último día. Poco a poco, Can Petit dejó de ser campo a través para acoger una pequeña aldea de rasgo andaluz y con un punto de encuentro común, un escenario central.
Una “Bendita locura”
El mismo fue templo el domingo, al mediodía, para la celebración de la misa rociera oficiada por el obispo Josep Àngel Saiz Meneses y presidida por autoridades, entre estas el alcalde en funciones, Alfredo Vega. En el centro, la Virgen del Rocío, acompañada por los romeros de las hermandades exhibiendo cada uno de ellos los estandartes llenos de colorido.
La misa en la que se rinde pleitesía a la virgen que reside, habitualmente, en la parroquia de Sant Martí (Cerdanyola) se vivió con muchas emociones. Hubo cantos de la Hermandad Nuestra Señora del Rocío del Mataró, que se siguieron a medio voz y en silencio. Los asistentes que poblaban la improvisada ermita siguieron el acto con mucho respeto y silencio. La celebración religiosa fue uno de los actos centrales de la romería con el Rosario de la Aurora del sábado a medianoche y la procesión del lunes por la mañana. Para los romeros, este es un encuentro anual que se vive desde y para el alma. “La romería tiene mucho significado para nosotras. Es una vivencia muy profunda a nivel personal donde se unen muchos valores religiosos, de convivencia, de hermandad…. Es una forma de entender la vida, un estilo de vida”, manifestaron Rosa y Joelle, de la entidad Pastorcillo Divino de L’Hospitalet de Llobregat. Rosa lo resumió con solo dos palabras: “Es una bendita locura”.
Para Encarna y Mari Trini, de la asociación Virgen del Rocío de Badia del Vallès, la romería es “una fiesta preciosa donde la virgen tiene una importancia esencial. Y lo más grande es que lo compartimos con familiares y amigos durante cuatro días”. Encarna quiso significar, además, que su origen no es andaluz pero que lo vive con gran pasión. “Mi marido y yo somos extremeños. Un día entre en la asociación para aprender a bailar sevillanas y me quedé. Era más joven -ahora tengo 52 años- y desde entonces no he faltado a ninguna romería”.
Rosa, Joelle, Encarna y Mari Trini hacen mucho tiempo que participan en la Romería del Rocío en Catalunya. Las primeras mostraron su inquietud por esta celebración que supone todo un reto para la organización y también para el municipio que les acoge. “A ver dónde iremos el próximo año”, se oyó decir en un comentario a media voz. Pero no peligra, a día de hoy, que el lugar continúe siendo Terrassa, según aseguró el presidente de la Fecac, Daniel Salinero, quien subrayó que “entre los romeros siempre hay el temor de la mudanza a otro municipio pero, de momento, seguiremos en Terrassa en próximas ediciones¡, al menos en la del próximo año”.
La romería de la Virgen del Rocío siempre se celebra en mayo o junio en función de Pentecostés (la segunda Pascua) y se debe a una advocación mariana que se venera en el santuario de El Rocío en Almonte (Huelva). Este año, esta tradición ha tenido mayor relevancia, si cabe, en tanto que se celebra un siglo de la coronación canónica de esta imagen religiosa, que tuvo lugar entre los años 1918 y 1919.