Xevi Molist (42 años) ha iniciado esta semana una nueva etapa en su carrera haciéndose cargo de un Terrassa FC con el que disputó 149 partidos en dos períodos bien distintos, el primero en Segunda División y el siguiente en Tercera. Criado en la cantera del FC Barcelona, ha jugado en equipos como Neuchatel, Logroñés, Sabadell, Badajoz, Nàstic, Castellón, Cartagena, Badalona y Horta. En este último club debutó en los banquillos subiendo a Tercera. Con el L’Hospitalet jugó un “play off” y fue destituido estando entre los cuatro primeros.
Se le nota feliz como entrenador del Terrassa. ¿ Le hacía una ilusión especial regresar al club?
Es un proyecto que visto desde fuera es interesante porque el Terrassa es un club con potencial para ir hacia arriba. Yo buscaba un club así, estable y con capacidad de competir y de crecer si tenemos la suerte de ascender. Pero primero hay que dar ese primer paso que es subir.
No sé si tenía muchas más ofertas.
No había mirado demasiado porque tenía la esperanza de fichar por el Terrassa. Me habían salido cosas para ir a trabajar fuera o entrenar en otras categorías, pero lo tenía todo parado. Porque me ilusionada esta posibilidad.
¿Es bueno tener un conocimiento profundo del destino cuando se llega a un nuevo banquillo y es tan eléctrico como este?
Naturalmente, porque conocer la ciudad, el ambiente y la afición te da una ventaja. Me faltaba conocer la entidad por dentro, porque ha cambiado casi todo en relación a mis dos etapas anteriores. El lunes hablé por primera vez con el presidente y me dio muy buenas sensaciones, igual que la gente que le acompaña. A Miquel Ezequiel hace años que lo conozco y lo que me había explicado en relación a cómo estaba trabajando el club se confirma.
Déjeme que le diga que me sorprende que hasta el lunes no conociese al presidente.
De cara a cara sí. Sabía quién era, naturalmente, pero hasta el lunes no nos conocimos personalmente. Es una persona que quiere poner al Terrassa donde se merece.
¿Le molestó ser una segunda opción al banquillo por detrás de Nacho Castro?
No, porque eso pasa con entrenadores y jugadores. Con Nacho Castro existe una amistad y los dos sabíamos cuál era el escenario. Naturalmente que me hubiese gustado sentirme el primero de esa lista, pero no tiene por qué ser peor la segunda opción que la primera.
¿En algún momento vio que se quedaba fuera de la carrera?
No, no me lo planteé. Sabía que era un proceso largo, Ezequiel me informaba y era cuestión de esperar.
¿Y sabía que la suya era la candidatura preferida del director deportivo?
Era lo que me decía, porque nos conocemos mucho y sabe cómo trabajo.
¿Es bueno que exista una relación tan cercana entre el entrenador y el director deportivo?
Debería ser así siempre, una relación estrecha y de ayuda. Yo le preguntaré sobre los partidos, por ejemplo, porque los verá desde la tribuna y tendrá un análisis distinto. Y valoraré lo que me diga, quiero críticas constructivas. Todos debemos ser un equipo.
¿Usted también opina que el Terrassa tiene unas particularidades muy distintas a las de otros clubs de Tercera?
Todo lo que se dice sobre la presión o la exigencia de la afición es común en cualquier otro club. Uno debe saber convivir con todo eso. Cuando ganas todo es muy bonito y cuando pierdes la gente aprieta. Tampoco es nada del otro mundo lo que pueda pasar en Terrassa. Debes saber que hay que luchar por estar arriba, hacer que la gente se sienta a gusto con su equipo, que vean que trabaja, que el futbolista se deja la vida en el campo. Si trabajas al máximo, los resultados llegan.
¿Dónde se sitúa su nivel de exigencia, en la promoción o en el ascenso?
Hay que ir paso a paso. El día uno el objetivo debe ser ganar el primer partido. Y después, poco a poco. Este club te pide que estés en la zona alta, por historia, por presupuesto y por jugadores que tendrás. La meta debe ser estar en el “play off”. Pero también el Andorra, el Prat si no sube, el Sant Andreu o el L’Hospitalet. Ya somos cinco aspirantes antes de empezar y uno se quedará fuera. Será una Liga muy complicada donde intentaremos estar entre los cuatro mejores. Es una exigencia que nos pondrá la afición pero que debemos ponérnosla nosotros primero.
El día de su presentación dijo que un club como el Terrassa no puede estar diez años en Tercera División.
No está acorde con su historia. Todos los entrenadores que han pasado por aquí han intentado llevar al Terrassa más arriba y yo haré lo mismo. El Terrassa debería estar, al menos, en Segunda “B”. Yo he vivido la buena época de Segunda División y era un club que incluso luchaba por subir a Primera. Esa es la historia del Terrassa.
No lleva demasiados años entrenando, pero sus equipos han convivido normalmente con el éxito. ¿Hay alguna fórmula?
Para mí la clave es crear buenos grupos de trabajo tanto en el cuerpo técnico como en la plantilla de jugadores. Hay que acertar en los fichajes y tener ambición. Dar al futbolista las herramientas de trabajo para que se sienta a gusto, que sean amigos también porque eso te ayuda en momentos determinados.
Ha hablado de apostar por el buen fútbol. Y parece que se trata de un plan de difícil aplicación en Tercera.
Es más fácil defender que atacar. Nosotros, como institución, debemos atacar y hacerlo bien. Hay que conseguir que el público se marche del estadio habiendo visto buen fútbol. En todo caso, tampoco soy un loco. He salido de La Masia, me gusta mucho el estilo Barça pero también sé jugar de otras maneras. El fútbol directo no me gusta y si tiramos una pelota en largo es porque queremos controlar lo que puede pasar después. En L’Hospitalet, por ejemplo, fuimos un equipo muy potente en transiciones y juego elaborado.
¿Le interesa mucho el rival?
Me fijo para intentar aprovechar sus errores, pero no se trata de una obsesión.
Desde fuera se observa la posibilidad de que el cambio en la plantilla sea muy profundo. ¿Es necesario para regenerar el proyecto?
Algunos cambios son necesarios. Incluso por el hecho de que la gente vea caras nuevas, por traer futbolistas con ilusión aunque eso no quiere decir que los que estaban no la tengan. A lo mejor es bueno para algún jugador un cambio de aires y en otros casos nos irán mejor otros futbolistas por el estilo que queremos implantar. Había una buena plantilla, hay jugadores que quiero que se queden pero quienes deciden al final son los futbolistas.
El club ha anunciado que Coro y Pallàs cumplirán su contrato, pero no se ha dicho nada de Yaya.
Tiene contrato y yo cuento con él para esta temporada.
¿A Carreón lo da por perdido?
Hemos hablado con él y le he dicho que quiero que se quede, aunque entiendo que puede tener buenas ofertas. Me gustaría que fuese importante en mi equipo. Se ha ganado el derecho a ser titular.
Sobre Sergi Arranz ya ha dicho que es su delantero preferencial.
Él sabe nuestros planes y nuestras intenciones. Pero quiere esperar un tiempo antes de decidir. Me gustaría que fuese una pieza importante. No es fácil encontrar delanteros de su nivel, pero si decide marchar buscaremos otra opción.
Guzmán fue una pieza indispensable para Cristian. No sé si lo sería para usted, pero el Prat parece muy interesado en incorporarlo.
Está de vacaciones y no he podido hablar con él. Me parece un jugador muy bueno, pero desconozco sus planes. Da un gran dinamismo al equipo y veremos qué tipo de oferta le hacen en el Prat.
Los jugadores del Horta son el objetivo de muchos clubs después de su buena temporada. Y el Terrassa no es ajeno a esa fiebre.
Todos los equipos iremos a pescar allí, es normal. Hablaremos con los jugadores que nos interesan y es posible que nuestro modelo de juego sea una ventaja, porque se asemeja al que han tenido. Hay jugadores muy válidos en muchos clubs, en todo caso.
No se ha quejado usted de la hierba del Camp Olímpic.
Está claro que no me gusta nada. Pero tampoco me voy a poner a llorar. Intentaremos adaptarnos, hacer el mejor futbol posible con lo que hay. Pero le diré que con una hierba en buenas condiciones jugaríamos mucho mejor.
¿Cómo ve la Tercera División de la próxima temporada?
Muy competida. El Andorra parte con el objetivo de ser campeón parte como el principal favorito. Después viene un grupo con equipos como L’Hospitalet, Sant Andreu, Prat si no sube y nosotros que aspiraremos a estar entre los cuatro mejores. Y habrá más equipos que también estarán allí con posibilidades.
Viene en un año de rebaja económica.
El Terrassa es un club histórico y se tiene que hacer valer. No tendremos el potencial de otros equipos pero saldremos con un buen presupuesto. Debemos gestionar muy bien los precios y hacer una plantilla competitiva. No ficharemos jugadores “top” porque no podremos pagar fichar de 2.000 euros al mes pero buscaremos futbolistas con hambre, con ambición, esa es la clave.