Terrassa

Comerciantes por un día

La mañana de ayer fue muy especial para los alumnos de 5º de primaria de cuatro centros de Terrassa: Cultura Pràctica, El Vallès, Font de l’Alba y Serra de l’Obac. Los pequeños, con edades entre los 10 y 11 años, se desplazaron a primera hora al Mercadal de Martí l’Humà -el mercadillo de los miércoles en la avenida Béjar- para ejercer de comerciantes por un día.

El motivo estaba plenamente justificado. Estos alumnos han participado en el programa Cultura Emprendedora de la Diputació de Barcelona y gestionado por el Ayuntamiento. Lo han hecho durante el curso, en horario lectivo. Durante las sesiones han aprendido nociones básicas de economía, han constituido su propia empresa (una cooperativa) y han elaborado sus artículos, todos artesanales y con diseño de autor.

Experiencia satisfactoria
Tras el trabajo en clase, ayer llegó la hora de la verdad, el de la venta al público. Así que, a primera hora, se fueron hasta el mercadillo, montaron su estand y expusieron sus productos. La experiencia resultaba más que satisfactoria. Jana y Júlia, de 10 años, de Cultura Pràctica, estaban muy contentas con el nuevo rol. "Es un proyecto muy interesante porque hemos vivido todo el proceso de creación de una cooperativa", comentó Júlia. "Lo que más me emociona es que un 35 por ciento de los beneficios los destinaremos a una organización solidaria para la protección de animales", añadió Jana.

Por igual se pronunciaron Judith, de 11 años, y Gabriel, de 10 años, de la Escola Font de l’Alba. "Es muy impactante -dijo Judith- porque hemos conseguido llegar hasta el final, hasta la venta. Y ver que el proyecto cooperativista iba avanzando es muy bonito". Gabriel asintió. "Es muy motivador porque aprendes muchas cosas y trabajas en equipo". Judith y Gabriel también subrayaron que les alentaba el hecho de que una parte de las ventas se destinara a fines sociales. "El 10 por ciento será para una organización solidaria que lucha contra el cáncer y el 90 por ciento para financiar una excursión al recinto lúdico del "Bosc tancat" en Cerdanyola".

Artículos artesanos
Los pequeños alumnos, finalizada la conversación con los medios, regresaron a su tarea comercial. Por los estands de las cuatro escuelas, una gran oferta de artículos; la mayoría de los cuales eran complementos de adorno como brazaletes, collares, anillos. También había llaveros, imanes, alfombrillas para el ratón del ordenador, bolsas aromáticas para la ropa, blocs de notas, recipiente para los lápices, portafotos, cajas de madera…. Todo ello de gran colorido y a precios muy módicos: un euro, dos, tres y como máximo cuatro.

La entrada de las nuevas paradas escolares no pasó desapercibida por los clientes al mercadillo. Manoli y Chon, hermanas, se detuvieron en la cooperativa de Font de l’Alba y adquirieron varios artículos. "Esta iniciativa es estupenda porque les permite poner en valor su trabajo", manifestó Manoli. "Colaboro en todo aquello que es solidario. Así que cuando me han explicado que van a ayudar a una ONG contra el cáncer, no me lo he pensado dos veces. Está bien contribuir y tiene más valor la acción que la compra en sí puesto que el precio es muy modesto", dijo Chon.

Los pequeños vendedores mostraban caras alegres porque el ritmo de ventas, a poco más de las diez de la mañana, ya iba "viento en popa" y eso quería decir dos cosas; que los productos artesanos gustaban y que podrían cumplir con sus fines sociales. Hasta allí acudió el alcalde Alfredo Vega con el teniente de alcalde de Desarrollo Económico, Industria y Ocupación, Manel Giménez, los dos ya en funciones en sus cargos. Vega, que adquirió varios productos, felicitó a los emprendedores y manifestó que "este proyecto es una acción pedagógica muy buena y diferente porque ayuda a trabajar en grupo y a despertar vocaciones de emprenduría".

Las maestras y tutoras sólo tuvieron palabras en positivo. "Cultura Pràctica fue la primera en participar y llevamos ya siete o seis años. Es muy estimulante", señaló Marta Caparrós. "Es un mundo nuevo para ellos", añadió Maria Jesús Miñarro, de la Escola Font de l’Alba. "Nosotros debutamos pero ha sido muy interesante porque los niños han puesto en práctia conocimientos de matemáticas, idiomas, plástica, creatividad…Ha sido muy enriquecedor", sostuvo la maestra Miñarro.

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