Las autoridades, ya en funciones, que presidieron ayer el acto simbólico de inicio de las obras, el alcalde Alfredo Vega, y el presidente del Consorci per a la Gestió de Residus, Ricard Torralba, subrayaron que el acuerdo para instalar la sede en el edificio de la calle de Sant isidre mantiene el espíritu de su actividad inicial. Así, recordaron que el inmueble tuvo como primer destino una escuela, el Parvulari de Doña Magdalena (inaugurada en 1917) y que ahora será para el organismo de los residuos. "En ambos casos mantenemos el objetivo que es pedagógico porque es fundamental que a día de hoy la ciudadanía se conciencie de la necesidad de producir menos residuos y reciclar", señaló Torralba. También Vega subrayó el vínculo histórico del edificio de Coll i Bacardí. "Es un edificio importante por su valor arquitectónico modernista que recuperamos para un nuevo uso pero también por su valor emocional porque la maestra Magdalena fue una innovadora en su tiempo y dejó marca en muchos egarenses".