Jordi Ballart afirmó en campaña y reiteró ayer mismo que no pactará con su antiguo partido, el PSC. Los socialistas quedan de esta manera condenados irremisiblemente a la oposición, puesto que los independentistas de ERC-MES y JxTerrassa también han dejado claro que no apoyarán a las formaciones del 155.
Pese al veto, los socialistas afrontan esta nueva etapa con actitud conciliadora. El aún alcalde Alfredo Vega afirmaba ayer su disposición a hablar "con todo el mundo" en el turno de contactos que abrirán las fuerzas políticas. Siempre "sobre programas y mirando el interés de la ciudad". Si se da el caso, insiste Vega, lo hará "jugando limpio, como siempre", "sin resentimientos ni venganzas, que no forman parte de mi manera de ver la política", quiso puntualizar ayer.
Los 3 concejales de Ciutadans también quedan fuera de cualquier pacto de gobierno en la ciudad, donde las formaciones constitucionalistas suman 10 concejales (7 del PSC y 3 de Ciutadans), insuficientes para arrebatarle la alcaldía a Ballart en primera vuelta, donde se requiere mayoría absoluta de 14. Ciutadans se excluye de un gobierno con TxT porque "el 60 por ciento de sus votantes son independentistas -comentaba ayer Javier González, líder de la formación naranja en la ciudad-. Ese sería un pacto muy remoto, por no decir imposible".
