Ninguno de los miembros de la gran familia del Club Egara quiso perderse la recepción oficial que la entidad ofreció anteayer por la noche en las instalaciones del Pla del Bon Aire a los campeones de Liga y al conjunto femenino, que consiguió clasificarse para las semifinales de la "final four" por el título. Con el periodista Xavi Salvatella como gran maestro de ceremonias, el acto fue una enorme reivindicación de orgullo de club.
El momento más emotivo de la velada fue el acto simbólico de entrega del trofeo de la decimoquinta Liga del Club Egara. El capitán Pere Arch se la ofreció al presidente, un orgullosísimo Pere Marcet. Con motivo de su retirada del hockey, Arch fue objeto de un homenaje singular. Rodeado de su familia, el capitán del Egara subió al escenario y micrófono en mano agradeció a los presentes todo su apoto durante más de una década al frente del primer equipo.
"Antes de comenzar la "final four" me desperté por la noche. Mi pareja me preguntó si estaba pensando en el partido de semifinales. Le contesté que no, que pensaba en lo que diría el día de la recepción", explicó entre las risas y los aplausos de la concurrencia. "Confiaba ciegamente en ganar esta Liga. Como todos mis compañeros. Cuando supimos que la "final four" sería en casa nos miramos a los ojos y nos conjuramos para ser campeones. Y lo hemos conseguido. Soy un "supporter" dentro del campo. No soy ni el más rápido ni el más técnico, pero soy buen tío", dijo visiblemente emocionado un Pere Arch que se retira de la práctica activa del hockey con la Liga bajo los brazos.
Imparables
Dirigiéndose a sus compañeros, Arch les dijo: "Tenéis un talento enorme. Si continuáis peleando, corriendo y luchando en el campo seréis imparables. Y yo estaré ahí animándoos, como un aficionado más, como el "supporter" que ya era cuando jugaba. Estoy convencido de que esta Liga no será una anécdota sino que se convertirá en una costumbre", explicó.
Tanto el presidente de la entidad, Pere Marcet, como el presidente de la sección, Javi Ruiz, abundaron en el mérito que supone haber logrado la Liga exclusivamente con gente de la casa. En este sentido, Ruiz explicó: "Aquí no nacen campeones. Aquí no compramos campeones. Aquí hacemos campeones".
Otro que se despedía era el entrenador del equipo femenino, Andrew Wilson. Tanto él como Arch recibieron sendas litografías de recuerdo de esta mágica "final four".
Hablaron también Vicenç Ruiz, MVP del torneo. "Nunca nos damos por vencidos. Tenemos un ADN diferente. No debemos perderlo nunca". Otro de los héroes de la final, el portero Quico Cortès, comentó: "No sé si soy el mejor portero del mundo, pero sí el que más ha entrenado. Soy ya muy mayor". Y Josep Romeu, el máximo goleador, apuntó: "Hay que seguir con esta hambre de títulos". El presidente Pere Marcet cerró el acto agradeciendo tanto el esfuerzo de los jugadores como la "implicación de los socios, en especial de los voluntarios". Y entonando el "We are the Champions" de Queen se puso el punto y final a la celebración.