La tormenta que descargó el domingo a mediodía no pudo con la voluntad de la CUP de celebrar su mitin central de campaña en la plaza del Vapor Ventalló, donde en el momento en que la ex diputada Eulàlia Reguant subía al escenario no cabía un alfiler. La concejal de Barcelona compartió estrado con el cabeza de lista por Terrassa Marc Medina, la número 2 Maria Cardona y el número 2 por Reus Edgar Fernández.
Los anticapitalistas quieren "seguir siendo la piedra en el zapato de la sociovergencia", dijo Reguant, y de los partidos del régimen del 79 que "se repartieron el país en las primeras elecciones municipales".
La CUP aspira a "regirar la política" y a ser "decisiva" para un cambio de gobierno en Terrassa, donde Medina invitó a los asistentes a imaginar en 2030 una ciudad "feminista, sin racismo ni fascismo".
Reguant recordó que el minicipalismo "es la clave del cambio", reivindicó la gestión pública de los servicios básicos y recordó que la CUP "ha venido para quedarse, aunque algunos nos quieran fuera".
Los anticapitalistas, insistió, "somos el municipalismo desobediente, alegre, rebelde. Queremos romper los límites de las instituciones" porque "las luchas nos representan y nosotros las servimos".
