Atracador cazado. La víctima de un robo con intimidación dejó encerrado al delincuente en el local asaltado, en la calle de Joan XXIII. Salió del establecimiento y cerró la persiana. Los Mossos d’Esquadra detuvieron al sospechoso, que iba armado con un cuchillo. Era el tercer atraco que cometía en pocas horas, el mismo día, el miércoles pasado. La razia acabó de la peor forma para él.
La sucesión de robos se inició a las 3.30 de la tarde en un prostíbulo de Ca n’Anglada. El malhechor entró como cliente pero, una vez dentro de la casa, sacó un cuchillo de grandes dimensiones y amenazó con el arma a una mujer. Un cliente le entregó 20 euros y el atracador se largó.
Una hora después perpetró el segundo asalto, este en un supermercado de la calle de Colom. El delincuente intimidó al dependiente con el mismo cuchillo empleado en el primer hecho. Forzó la caja registradora y robó unos 400 euros.
Y llegó el tercero, el definitivo. A eso de las 6.40 de la tarde, el atracador irrumpió en un súper de la calle de Joan XXIII. Sacó el cuchillo de la chaqueta y amedrentó al dependiente. Tiró al suelo la caja registradora y extrajo de su interior 450 euros. Pero no tuvo bastante y saltó al mostrador para coger dinero de un cajón. Y en ese ínterin, la víctima huyó del local y cerró la persiana con el mando a distancia.
El ladrón estaba encerrado. Mientras la persiana bajaba, el tipo intentaba impedir el cierre. Sacaba el brazo y lo movía, cuchillo en mano.
Unos testigos llamaron a los mossos. Llegaron unos agentes, que oyeron los golpes del ladrón en la persiana. Abrieron. El sospechoso quiso huir, pero los mossos y unos testigos lo agarraron. Un policía resultó herido leve. El detenido llevaba en un bolsillo 450 euros. El cuchillo lo había dejado dentro del súper.
El detenido pasó el sábado a disposición judicial y ha ingresado en prisión. Es de nacionalidad española, vecino de Terrassa y tiene 35 años. Está acusado de tres robos con violencia e intimidación. Hasta ahora carecía de antecedentes.