Terrassa

Detenido por soplar mal en la prueba de alcohol

Sopló unas cuantas veces, pero sopló mal de manera deliberada. Y acabó detenido. La Policía Municipal ha abierto diligencias penales al conductor de un coche que unos agentes pararon ayer en la calle de Tàrrega, en el sector de Les Arenes-La Grípia-Can Montllor.

La dotación policial observó la circulación errática del automóvil a las cuatro de la madrugada cerca de la confluencia de la calle de Tàrrega con la de Ibáñez de Aldecoa. Cuando pidieron al conductor la documentación, los guardias apreciaron síntomas evidentes de ebriedad, por lo que conminaron al identificado a realizar las pruebas de alcoholemia.

Y el individuo no se negó formalmente a hacerlas, pero las hizo mal una y otra vez. No eran errores, según la policía, sino omisiones deliberadas. Los agentes informaron al sospechoso de las consecuencias penales de su acción y al final lo detuvieron. Está acusado de dos delitos contra la seguridad del tráfico: uno por conducir bajo los efectos del alcohol y otro por la negativa a hacer las pruebas de forma correcta. El coche quedó inmovilizado y Egarvia lo retiró de la calle.

El lunes la policía había cursado otra denuncia y el domingo, otra. La de anteayer recayó sobre un conductor interceptado por unos agentes locales en la calle del Miño. Poco antes de la una de la madrugada unos guardias vieron cómo un coche efectuaba una maniobra antirreglamentaria cerca de la carretera de Montcada.

El conductor había bebido, a tenor del resultado de las pruebas de alcohol (0,63 miligramos). Se cursó una denuncia administrativa.

En el otro caso fue de índole penal. Unos policías municipales localizaron el domingo, a las tres de la madrugada, un automóvil al que buscaban después de recibir la llamada de un testigo. Este informó del posible estado de ebriedad de una conductora que manejaba un vehículo por la avenida de Béjar, en el tramo de Sant Pere Nord.

Los agentes encontraron el coche e instaron a la conductora a soplar en el alcoholímetro: el resultado fue de 1,13 miligramos, más de cuatro veces la tasa máxima permitida, lo que conllevó la apertura de diligencias por un delito contra la seguridad del tráfico.

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