Cristian García se despidió ayer del Terrassa FC, donde en las tres últimas temporadas ha ejercido como director deportivo, entrenador y jugador. En una conferencia informativa en el Camp Olímpic en la que participaron el presidente, Jordi Cuesta, y el vicepresidente, Antonio García, se anunció el final de la relación entre las dos partes, una decisión tomada de mútuo acuerdo según explicaron presidente y entrenador.
"Este es un punto y aparte", dijo Jordi Cuesta en su exposición inicial. "Porque esta es su casa. Sólo podemos darle las gracias por el trabajo que ha hecho y hacerle un homenaje a una gran persona, a un gran entrenador y a un gran amigo. Hacemos un paréntesis porque entendemos que es el mejor momento para hacerlo para las dos partes."
Cristian, por su parte, admitió que la decisión la tenía tomada desde hacía tiempo. "En la séptima jornada la afición ya pidió mi dimisión después de haber jugado la promoción en la temporada anterior y yendo terceros en la clasificación. Eso marcaba el camino. Es imposible conseguir los objetivos si no existe unión entre todos." El técnico añadió que era el momento adecuado para salir de la entidad. "Los ciclos se acaban, las caras cansan. Pienso que hay que irse bien de los sitios, cuando toca hacerlo. Y este era el momento adecuado para todos. ¿Si volveré en el futuro? Yo estaré siempre abierto a ayudar al Terrassa, pero ahora cerramos esta etapa."
Cristian denotó un descontento indisimulable con algunos episodios que se han producido esta temporada, situaciones que le han conducido a dar por terminada su estancia en el club. "Es que me han insultado en la calle, han llegado a decir que me llevaba dinero de los campus. He vivido situaciones diversas en muchos clubs, pero hay cosas que no permito", dijo con dolor al referirse a todo ello. "Ni en los mejores momentos de esta temporada me he sentido reconocido por la afición. Se habló muy poco del Terrassa, por ejemplo, cuando encadenamos catorce jornadas sin perder. Cuando volvimos a perder ya era previsible que se repitiesen algunas situaciones."
Respaldado
El adiós de Cristian García tuvo como marco la Sala VIP del Camp Olímpic. El técnico apareció puntual, algo inquieto, nervioso ante un anuncio que no aportaba ninguna sorpresa pero que emocionalmente influía en los presentes. Acompañado de los dos principales responsables del consejo de administración, se vio respaldado también por miembros de su cuerpo técnico como su segundo Ramón Montilla, el entrenador de porteros Miguel Ángel Álvarez o jugadores como Àlex Fernández, Carlos Guzmán y Jose Ortega. "Es uno de mis peores momentos como presidente", confesó un Jordi Cuesta que rompió el guión para expresarse "con el corazón". Cuesta quiso recordar cómo conoció a Cristian, sus inicios, los sueños que les acompañaron. Y Cristian tuvo palabras de agradecimiento para el club, para sus jugadores, para su cuerpo técnico y para los medios de comunicación.
Cuando le tocó hablar de los motivos de su marcha, mantuvo el discurso claro e inequívoco que le ha caracterizado desde que aterrizó en el club. "Entiendo que era el mejor momento para acabar este ciclo después de las situaciones desagradables que me ha tocado vivir. También es bueno para la entidad recuperar la tranquilidad institucional. Ahora seré un hincha más que disfrutará con los éxitos del Terrassa."
Además de esos episodios incómodos, Cristian se refirió a la decepción deportiva que le ha supuesto no conseguir el ascenso, después de disputar dos promociones de ascenso, la primera como futbolista y director deportivo y la segunda ya como entrenador. "Durante tres años hemos intentado lograr ese objetivo. Pero me quedo con el cómo lo hemos hecho durante este tiempo. Hemos instaurado un modelo de fútbol que nos hace sentir orgullosos. Me quedo con eso y con los amigos que dejo. Porque el fútbol es una mentira, un resultado."
A la hora de hablar de su trayectoria en el banquillo, admitió que en el primer año disfrutó mucho más. "No teníamos la misma presión. Esta temporada la he sufrido y me ha enseñado que nunca más volveré a sufrir por el fútbol. No me preocuparé por el resultado, sino por el cómo jugará mi equipo. Este año he estado más pendiente del marcador que de otra cosa."
En relación al mal balance de esta temporada, señaló que la exigencia de conseguir el ascenso ha pesado en la plantilla. "A los jugadores no les reprocho nada, lo han dado todo por el club. Se nos exigió subir, pero hay que tener en cuenta que hay seis o siete equipos que aspiran a lo mismo. Tuvimos una crisis de la que no supimos levantarnos y hemos estado muy lejos del cuarto. Parte de la culpa la tengo yo, de eso no cabe duda."
Cristian no clarificó hacia dónde dirigirá su futuro futbolístico. Pero sí explicó que tiene decidido que quiere seguir entrenando y hacerlo de forma profesional. "Yo sabía que quería entrenar. Pero me tenía que demostrar a mí mismo que era capaz de transmitir a una plantilla mi idea de fútbol, saber si era válido o no. Pienso que sí lo soy y ahora mi reto es seguir creciendo como entrenador en el fútbol profesional."
Errores propios
También hizo una reflexión de presente y de futuro el presidente de la entidad. Cuesta admitió que se había equivocado presionando al equipo con los máximos objetivos. "No debería haber dicho que quería ganar la Liga, eso fue una equivocación." En todo caso, señaló que su idea sigue siendo la de hacer crecer al Terrassa FC en todos los sentidos. "Hay mucho trabajo por hacer y lo que queremos es consolidar el crecimiento actual. No voy a lanzar la toalla, pero lo que consigamos será con los recursos que tenemos. Porque la capacidad tiene un límite y luchamos en inferioridad de condiciones con otras entidades que reciben ayudas muy importantes de sus ayuntamientos. Igual este año nos ha faltado capacidad económica para darle al entrenador mayores recursos."
Cuesta no quiso referirse a los sustitutos de Cristian ni en la dirección deportiva ni en el banquillo. "Hoy no es el día", señaló. "Se me hará difícil saber que haré sin Cristian en el club, porque con él generamos un proyecto nuevo y se ha desvidido por el Terrassa. Va a ser un problema no tenerle al lado, estaba demasiado bien acostumbrado".