El Barcelonès y el Vallès Occidental son las dos comarcas más competitivas de Catalunya, aunque durante 2018 la primera incrementó "ligeramente" su distancia respecto a nuestra comarca, que ocupa la segunda posición desde 2011. Así se desprende del índice de competitividad que ha elaborado la consultora Activa Prospect por encargo de la Federació Empresarial del Gran Penedès (FEGP). El Barcelonès encabeza una vez más la lista de comarcas más competitivas con 79,2 puntos, seguida del Vallès Occidental (59,7), el Gironès (54,2), el Baix Llobregat (52,9), el Tarragonès (50,8), el Segrià (48,3), el Vallès Oriental (47,1) y el Maresme (46,2).
El Vallès Occidental, habitual "segunda" en este ranking anual, tiene en la disponibilidad de suelo uno de sus principales atractivos, que combina con el hecho de ser el segundo mercado comarcal más importante de Catalunya, una economía muy diversificada y un tejido productivo intensivo en conocimiento y tecnología que le confieren una demanda sofisticada en servicios y productos. Durante 2018, el hecho más relevante, según el estudio, fue el "menor dinamismo registrado en la creación de empresas". Por su parte, el Barcelonès, a pesar de que sigue siendo la comarca que presenta mejores condiciones competitivas, la congestión que registra genera "externalidades negativas, como la escasez de suelo y retos importantes en torno al impacto medioambiental y la cohesión social". Durante 2018 la comarca "presentó un menor dinamismo, tanto en temas de empleo, como en creación de empresas y demografía, que inciden en las condiciones de la demanda".
El índice analiza hasta diez factores de competitividad, de los que ocho están encabezados por el Barcelonès, uno por el Vallès Occidental (disponibilidad de suelo y espacio para la actividad económica) y otro por Osona (sostenibilidad ambiental). Nuestra comarca se encuentra en la "parte alta" de la clasificación en 9 de los 10 indicadores: sostenibilidad social (puesto 9 entre 42 comarcas); cualificación de los recursos humanos y recursos para la educación y la formación profesional (6); infraestructuras, transportes y comunicaciones (3); disponibilidad de suelo (1); disponibilidad de polos de desarrollo e infraestructuras (2); acceso a los mercados de clientes y proveedores y acceso a la información (5); innovación y desarrollo tecnológico (2); volumen de mercado y de actividad (2); y espíritu emprendedor y dinamismo empresarial (9).
Sostenibilidad ambiental
Donde peor clasificación obtienen el Vallès Occidental y también el Barcelonès es en el epígrafe de sostenibilidad ambiental. Nuestra comarca sitúa en el lugar número 35 mientras que el Barcelonès está en el 37, ambas posiciones ubicadas en la parte "baja" de la clasificación. El estudio, que llega a su 14 edición e incorpora datos de 2018, destaca como novedad que el Bages y el Garraf han escalado una posición en la lista respecto a 2017, pasando al noveno puesto en el caso del Garraf y al décimo en el caso del Bages, mientras que Osona, que antes ocupaba el noveno puesto, ha caído a la undécima posición. Así, el mapa dibuja una distribución de la competitividad concentrado principalmente en las comarcas de la costa, especialmente en el área metropolitana de Barcelona, así como en las comarcas donde se encuentran las capitales de provincia catalanas, dijo el responsable del estudio de Activa, David Moreno.
En la parte central de la lista correspondiente al pasado ejercicio, la Conca de Barberà se sitúa como la comarca que más posiciones ha avanzado (de la treinta a la 23) con un resultado de 36,6 puntos, seguida del Ripollès, que ha avanzado cuatro posiciones (de la 34 a la 30) y ha cosechado 34 puntos en 2018. Por otro lado, en la parta baja de la lista, todas las comarcas, excepto la Alta Ribagorça y Terra Alta, han experimentado crecimientos en su índice de competitividad por encima de la media.