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Hasta siempre Cristian

Tenía que ser una tarde singular, pero no lo fue. Acabó siendo un domingo anodino, irrelevante, sin sustancia. Un domingo cualquiera. El último partido en casa de la temporada era también el último del Cristian García entrenador ante su público, con quien ha mantenido una relación de amor-odio que se ha acabado sin que uno se despida del otro. Cristian bajó las escaleras en su último día como si fuese cualquier otro, sin echar la vista atrás, probablemente incomprendido, pero convencido, ahora sí, de que quiere ser entrenador. Y la grada le observó en su partida con indiferencia, triste y vacío como estaba el estadio por una temporada insustancial. Ganó el Terrassa, aunque el marcador hace semanas que ha dejado de interesar.

La tarde fue depresiva porque no había elementos en que agarrarse para encontrarle un aliciente. No sólo se despedía Cristian García, también algunos jugadores aunque ahora mismo ni se sabe quiénes. Y se despedía de Terrassa el Ascó, ya descendido y sin primer equipo en competición la próxima temporada. En la tribuna, el futuro director deportivo, Miquel Ezequiel, hacía una última evaluación de la fotografía actual del equipo aunque también pendiente de si el Granollers le deja salir para diseñar el Terrassa del futuro. Una última tarde distinta a la de los últimos años, cuando el corazón se salía del pecho por las emociones de la competición. Esta vez ni hubo emoción, ni lágrimas de nostalgia.

El Terrassa se esmeró en hacer del partido un ejercicio entretenido de fútbol, estando como estaba su presente y su futuro en la Liga. Tomó el balón desde el primer momento y lo jugó como lo ha querido hacer durante todo el año, aunque lo haya hecho con distinta fortuna. El Ascó, sin presente y sin futuro en lo que al primer equipo se refiere, intentó ofrecer una digna respuesta aunque su fútbol anda seriamente dañado desde hace tiempo. En ese escenario, el Terrassa fue quien actuó de protagonista en todos los sentidos, adelantándose en el marcador en el minuto 14 después de que Carreón rematase al fondo del marco visitante un buen centro de Guti.

Dominio egarense
A ese primer gol le siguieron cuatro buenas ocasiones. La primera de Yaya, cuyo remate de cabeza repelió el portero visitante. Las otras tres, con Serramitja como protagonista. El delantero erró primero en un remate que Eudald le detuvo en la línea de gol. Después envió un cabezazo al poste y más tarde el portero visitante le desvió de forma inverosímil un remate a quemarropa en el área. Serramitja se encontró con el gol a cinco minutos del descanso, cuando cabeceó un magnífico centro de Guzmán.

El comienzo de la segunda parte dio vida al partido, porque en el primer minuto se produjo el 2 a 1, obra de Riki. Un penalti a Carreón en el 77 despertó de la siesta a algunos, pero el lanzamiento de Coro lo despejó Eudald. El Ascó intentó dar la sorpresa en los compases finales, donde Ortega apareció en dos ocasiones para resolver cualquier duda y bajar la persiana hasta la próxima temporada.

Terrassa FC, 2
Ortega, Dani Sánchez, Pallàs, Yaya, Guti, Guzmán, Adri Díaz, Nils, Carreón, Imaz y Serramitja. Toledo sustituyó a Nils en el minuto 52; Arranz a Serramitja en el 57; y Coro a Imaz en el 71.

FC Ascó, 1
Eudald, José Ramón, Bernat, Felipe, Marcel, Xavi Jaime, Marc, Ousman, Riki, Masqué y Parra. Humbert sustituyó a José Ramón en el minuto 57; Pantoja a Felipe en el 63; y Toldrà a Riki en el 71.

Árbitro. Marcos Fernández. Amonestó a Pallàs y Riki.

Goles. 1-0, minuto 14, Carreón; 2-0, minuto 40, Serramitja; 2-1, minuto 46, Riki.

Público. Unos 300 espectadores.

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