Opinió

Referente

El Institut Investigador Blanxart está de celebración. Cincuenta años desde que se convirtiese en el primer instituto público de la ciudad. Ha pasado por el bachillerato antiguo, el BUP el COU, la ESO y hasta la Formación Profesional. Cincuenta años dan para mucho. En su tiempo fue "territorio comanche", objeto de deseo de organizaciones políticas juveniles, era un centro comprometido y levantisco que alcanzó gran notoriedad por su espíritu de lucha durante una transición que no acababa. Muchos padres se preocupaban a finales de los 70 por las huelgas constantes, las famosas de los profesores no numerarios, a las que los alumnos, por supuesto, se sumaban o el "no als barracons". Las "manis" y las sentadas y aquellas "visitas" de los "grises" en sus temibles Land Rovers que se acercaban amenazantes por la carretera de Castellar. En alguna ocasión habían llegado a rodear el recinto del instituto y no dejaban entrar ni salir ni a alumnos ni a profesores.

Pero el Blanxart siempre fue algo más que un instituto combativo, que lo fue. También fue comprometido con la educación y la formación en el sentido más amplio, con la eficacia a través de la implicación de sus equipos docentes. Y aquel nocturno, legendario, que todavía hoy pervive. Cuántos terrassenses habrán pasado por las aulas y por los bares de los alrededores, algunos de nombre mítico entre los que sobrepasan la cincuentena y también más jóvenes.

Ni todo han sido huelgas en estos cincuenta años ni tampoco una balsa de aceite. El instituto ha pasado momentos de todo tipo, algunos complicados, como cuando una de las innumerables leyes orgánicas de educación cambió el BUP por la ESO. Dejó de ser referente para ser uno más. La matrícula viva ha sido un problema tremendo para el centro; la segregación ha sido un terrible problema en la ciudad. Hoy está cambiando su perfil. Los ciclos formativos de salud han abierto una nueva perspectiva y el equipo docente está luchando para que sea un instituto atractivo. La FP, los idiomas y la siempre extraordinaria relación que el Blanxart ha tenido con la literatura ha permitido que este año, se hayan registrado 107 solicitudes de matrícula en primera opción. Siempre hay luz si se busca la salida.

El Blanxart celebra cincuenta años y es una gran noticia, porque es historia viva educativa de la ciudad, pero también social. El Blanxart, escuela de vida; larga vida al Blanxart.

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