Terrassa recuperó ayer, de la mano de CCOO, la manifestación del Primer de Maig, que regresó a la ciudad por todo lo alto, con la participación de entre mil y 1.200 personas, según fuentes de la Policía Local y la propia organización. La protesta tuvo un amplio apoyo del movimiento social y los partidos de izquierdas de Terrassa y su recuperación se llevó a cabo coincidiendo con el 50ª. aniversario de la conocida como manifestación de la Font de Les Canyes, cuando la propia CCOO y la Comissió Cívica de Terrassa impulsaron desde la clandestinidad la celebración del Primer de Maig bajo la dictadura franquista.
Por ese motivo, la manifestación, cargada de simbolismo, estuvo encabezada por una pancarta portada por varias de las personas que participaron en aquella protesta de la Font de Les Canyes de 1969, en la que no faltaron las cargas policiales, los heridos y los detenidos. En la pancarta se podía leer una estrofa de la poesía "España en marcha", de 1955, del poeta Gabriel Celaya, que decía: "¡A la calle!, que ya es hora de pasearnos a cuerpo y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo".
La manifestación partió minutos después de las once de la mañana de la plaza de Lluís Companys y recorrió la Rambla para finalizar en el Parc dels Catalans, donde sobre el mediodía se leyó un manifiesto, a cargo de Kati Moreno, quien participó en la mítica manifestación de 1969, y Alba Zapata, de Acció Jove de CCOO. Cerró el acto el secretario general de CCOO en la comarca, Enrique Rodríguez, quien calificó la protesta de "unitaria y plural". El Primer de Maig se clausuró finalmente con los himnos de "La Internacional" y "Els Segadors".
El sindicalista se refirió así a las numerosas y variadas pancartas que se exhibieron, en función de la entidad social o partido político que las portasen, creándose una amalgama de colores, lemas y cánticos en una jornada reivindicativa y con tono festivo, De hecho, la manifestación se organizó de manera que sus participantes fueron en bloques: encabezándola, militantes y miembros de CCOO como organizador; a continuación, las entidades sociales y más atrás, los partidos políticos.
Así, se sumaron la Federació d’Associacions de Veïns de Terrassa (Favt), Ia@flautes Terrassa, el Moviment per unes Pensions Dignes (MPD), Marea Blanca (para la defensa de la sanidad pública), la Comissió 8 de Març y el Colectivo sin Vivienda. También se adhirieron el PSC (con el alcalde, Alfredo Vega al frente), Terrassa en Comú (con su portavoz municipal, Xavi Matilla), IVE, la marca con la que ICV-EUiA concurre a las municipales (con su candidaro Manel Pérez a la cabeza), Podem, PSUC viu y Terrassa per la República.
A la pancarta de cabeza en recuerdo de la manifestación de la Font de Les Canyes siguió otra con los logos de las entidades sociales participantes con la leyenda "1Maig Terrassa Crida, + Drets Socials + Drets Laborals". Y aún hubo una tercera a la cabeza de la manifestación, esta vez solo firmada por CCOO, con el grueso de los participantes detrás suyo, en la que se podía leer: "+ Drets + Igualtat + Cohesió. Primer les persones".
A esos lemas se sumaron otros como "Gobierno, escucha, estamos en la lucha", "Exigim pensions dignes", "Les llistes d’espera maten" o "Sanidad pública y de calidad". También se exhibieron banderas de CCOO -unas con fondo lila, otras con la senyera-, republicanas, feministas, de las formaciones políticas y alguna estelada.
Violencia machista
Los cánticos que se corearon apelaron a la defensa de los servicios públicos y se mostraron en contra la precarización del mercado laboral o la violencia machista. "Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden", "Es un derecho, no un privilegio", "Ni un paso atrás", "Ni fletxes ni esquerdes, salaris dignes", "Hay que derogar la reforma laboral", "Ni un pas enrere contra el feixisme", "Que visqui, visqui, visqui, la lluita de la clase obrera" o "Visca, visca, visca, la lluita feminista" fueron algunos de los lemas que se corearon.
Tampoco faltaron como acompañamiento durante el trayecto algunas canciones que son todo un símbolo de la lucha obrera, el feminismo y las libertades. Sonaron, en este sentido, "El vals del obrero", de Ska P; "La puerta violeta", de Rozalén, o "Canto a la libertad", de José Antonio Labordeta.