Los obradores de hornos y pastelerías andan estos días muy atareados elaborando las monas de Pascua, un dulce con mucha historia indispensable en estas fechas que se come el Lunes de Pascua y que simboliza que la Cuaresma y sus abstinencias han finalizado. Los establecimientos del sector ya hace algunos días que han empezado a exhibir esta repostería, aunque será a partir de hoy y hasta el lunes cuando recibirán más encargos y habrá más ventas.
Para esta campaña, la previsión es que las ventas de este dulce de Pascua por antonomasia sean igual o levemente superiores a las del año pasado, según el Gremi de Flequers i Pastissers de Terrassa i Comarca. Su presidente, Josep Maria Carné, especifica en torno a las ventas que "no iremos hacia atrás" y añade que "si vendemos lo mismo que el año pasado ya nos podemos dar por satisfechos, aunque quizá vendamos entre un uno y un dos por ciento más".
Explica también el presidente del gremio que los precios de las monas son "muy parecidos a los del año pasado", dando a entender que el sector se ha ajustado, y que las variedades más vendidas serán, como en campañas anteriores, la mona tradicional, de fruta o mantequilla, y las figuras de chocolate.
Como siempre, los protagonistas serán los superhéroes y los personajes de dibujos animados y de las películas preferidas de los más pequeños, como la Patrulla Canina, Peppa Pig, Dumbo o los héroes de Marvel, por citar algunos. Pero tam-
bién habrá figuras deportivas (Messi suele ser un clásico), el Barça u otras creaciones hechas a medida e impresas con tinta alimentaria. Al respecto, Carné matiza que se realizan muchas monas por encargo en las que el cliente escoge la figura que quiere que se plasme.
El desembolso por estas piezas tradicionales varía en función del tipo de figura de chocolate y de la medida y el peso del pastel, con unos precios a partir de los 20 euros la mona tradicional. Hay que tener en cuenta que detrás de una mona tradicional de pastelería hay más de tres horas de trabajo, entre crear los moldes o cortar los patrones para formar las figuras, trabajar el chocolate, unir las piezas, pintarlas y decorarlas. Se trata de un trabajo que, todavía hoy en día, los pasteleros realizan de manera artesanal con cacao de calidad, sin aditivos, ni aceite de palma, grasas trans o colorantes azoicos.
La primera documentación sobre un bizcocho circular con huevos duros data del siglo XV, aunque no fue hasta 400 años más tarde cuando los pasteleros franceses empezaron a acompañar estas piezas con chocolate.
Padrinos
Una tradición que llegó a Barcelona en 1930 de la mano del pastelero Lluís Santapau, quien desde la desaparecida Confitería Mora empezó a modelar las primeras figuras. Años más tarde, las monas de chocolate ya se habían popularizado por todo el país con grandes creaciones en los escaparates de las pastelerías para sorprender a grandes y pequeños. Es tradición que el Lunes de Pascua los padrinos regalen un pastel muy especial a sus ahijados: la mona de Pascua (que se suele acompañar con algún otro obsequio). A medida que han pasado los años, la tradición sigue manteniéndose muy viva, aunque con alguna que otra modificación. Ahora ya no son huevos cocidos los que presiden el pastel, como antiguamente, sino que lo hacen las figuras de chocolate que esculpen los pasteleros, algunas de ellas espectaculares y en muchos casos elaboradas a demanda del cliente.