El capitel de la fuente con abrevadero de la plaza de la Creu Gran podría tener una de las imágenes en piedra del apóstol Santiago más antiguas de Catalunya, y estar relacionada con las sepulturas con conchas o "vieiras" de peregrino (que daban fe de haber llegado hasta su tumba en Compostela) halladas en el interior del recinto de la Seu d’Ègara. A esta conclusión llega Francesc J. Suárez en "L’enigma de la Creu Gran", el estudio que publica en el sexto número de Terrassa Jacobea, el boletín de Amics del Camí de Sant Jaume de Terrassa.
Hasta ahora, historiadores y estudiosos habían visto sencillamente "un peregrino" en tal figura de esta cruz con capitel cuyo original alberga el Museu de Terrassa (la actual es una copia de 1983). Suárez analizó con detenimiento la original y la copia, y consultó con diversos expertos en la materia. Sucede que la figura, además del bordón y el zurrón típicos de la indumentario del peregrino, lleva un libro en la mano. "Un peregrino no lleva libro. En otras figuras de Sant Jaume, sale con bordón, libro y zurrón", escribe. Según indica la Enciclopedia Jacobea, en la Edad Media el apóstol Santiago comenzó a ser representado como un caminante, y el único elemento que lo diferencia de un peregrino es el libro que lleva en una mano, relacionado con su papel evangelizador. Por lo tanto, "podemos concluir que la cuarta figura que forma parte del capital de la Creu Gran es de Santiago apóstol (imagen gótica, del siglo XV)". Y Suárez añade que, así, la figura "podría ser el icono de la tradición jabobea de Terrassa"
"Bella joya arquitectónica"
La historia de esta cruz pública, de autor desconocido, que ha estado más de cinco siglos en el exterior, la trazó Salvador Cardús i Florensa (1900-1958) en el artículo "Terrassa Medieval. La Vall de Terrassa", publicado póstumamente por la revista Terme en el año 2000. Cardús la califica de "bella joya arquitectónica", y atribuye su construcción a expensas del Gremi de Teixidors, constituido a inicios del siglo XV.
Su primer emplazamiento fue al principio de la actual calle de la Font Vella, y dio nombre al Portal y el Camp de la Creu. Cuando el lugar se pobló, la cruz fue trasladada "a un alejado paraje de fuera de la villa, en el cruce del camino de Sant Pere con el de Rubí a Matadepera", que al urbanizarse en el siglo XIX, tomó el nombre de plaza de la Creu Gran. El 22 de julio de 1936 la cruz fue demolida, pero algunos vecinos conservaron con cuidado sus fragmentos. El historiador Joaquim Verdaguer, en la entrada que dedica en su blog a la plaza de la Santa Creu, señala que antes de la actual se instalaron otras dos copias, menos fieles con respecto a la original.