Fupar es una entidad de economía social y sin ánimo de lucro constituida el 23 de septiembre de 1985 como entidad continuadora de la actividad de los Tallers Protegits Amat Roumens, creados el 23 de agosto de 1971. Desde junio de 2013 depende de la Fundació Antiga Caixa Terrassa.
Su misión pasa por situar a personas adultas con discapacidad de especial dificultad, prioritariamente intelectual y del desarrollo, en el centro del proceso vital, ofreciendo apoyos de orientación al trabajo, apoyos terapéuticos, psicopedagógicos y sociales oportunos, de carácter profesional y/o natural, bajo criterios éticos, de excelencia, innovación y equidad. Al mismo tiempo, la entidad promueve la inserción laboral de personas con discapacidad física, sensorial y derivada de la salud mental.
Actualmente, Fupar ocupa y atiende a unas 380 personas con diversidad funcional y tiene más de 130 profesionales de administración y apoyo en las diferentes líneas de actividad: manipulados y envasados, productos propios del taller de papel reciclado, soportes impresos (pancartas, banderas, expositores …), ajardinamientos y mantenimiento de espacios verdes, centro de jardinería, limpieza de espacios (parkings, naves, exteriores) y limpieza de vehículos. Además, cuenta con una cincuentena de voluntarios.
Teixidors
Recientemente, se ha incorporado a la fundación la antigua Cooperativa Teixidors, dando continuidad laboral a las personas integrantes del proyecto y asumiendo el reto de reactivar una actividad de gran valor artesanal y con una sólida base ecológica, social y pedagógica. "Esta acción ha sido motivada para dar continuidad a una iniciativa tan extraordinaria como fabricar productos textiles que siguen el método artesanal que se utilizaba en el siglo XIX, ofreciendo empleo a personas con discapacidad intelectual", explican desde Fupar. Actualmente, el área productiva de Teixidors está situada en la calle Mas Adei, en un edificio que no es de Fupar, y se espera trasladarla este verano al espacio cedido en uso por el Ayuntamiento de Terrassa situado en la calle Mare de Déu dels Àngels, en el antiguo Acondicionamiento Tarrasense. "La idea es hacer un espacio visitable para mostrar a la ciudad como se trabajaba con los telares manuales hace unos cuantos años", comenta Josep Ribera, director de la Fundació Antiga Caixa Terrassa. La tienda, por su parte, está situada desde diciembre de 2017 en el edificio del Centre Cultural.
Al mismo tiempo, se ha incrementado el patrimonio de la fundación con la adquisición en 2018 de un nuevo edificio en la calle Provença, que les ha permitido crecer en los servicios de jardinería y limpieza y unificarlos en un solo espacio.
A grandes rasgos, Fupar se divide entre el Centro Especial de Trabajo (CET), que ofrece programas de orientación, formación y seguimiento laboral para generar de manera continuada oportunidades de trabajo estables y adaptadas a las habilidades de cada persona, y el Centro Ocupacional (CO), un servicio terapéutico de atención diurna para personas con diversidad funcional con niveles de necesidad de apoyo intermitente, limitado y extenso. Al primero están vinculadas unas 220 personas, mientras que en el segundo hay unas 160. Además, la fundación ofrece varios servicios complementarios: servicio de formación e inserción, servicio de apoyo en el hogar, servicio de ocio socioeducativo y deporte, y servicio de apoyo a las familias.
El perfil de los usuarios
En el CET, la mayoría de personas tienen un grado de discapacidad de entre el 33% y el 50% (aunque puede haber personas con una discapacidad superior), mientras que en el CO, casi todas están entre el 65% y el 90%. En conjunto, el grupo de edad más numeroso es el de 46 a 55 años. "Tenemos una plantilla mayor. Hay gente que está en Fupar desde los inicios de los Tallers Protegits Amat Roumens. En el CET no hay facilidades para jubilarse antes aunque el envejecimiento en una persona con discapacidad se acentúa mucho más rápido. Lo que hacemos nosotros es adaptar las actividades que hacen las personas que trabajan con nosotros en función de la evolución de sus capacidades. Si una persona entra para trabajar de jardinero y con el tiempo ya no puede desempeñar esta labor, le buscamos otro trabajo en otra área, adaptando así el trabajo a las necesidades de cada persona según la etapa de vida en la que se encuentra", cuenta Ribera.
Fupar se financia a través de la actividad propia en un 60%, subvenciones de la administración pública (alrededor de un 30%), patrocinios, colaboraciones y donaciones. El modelo de negocio y la organización busca obtener el máximo beneficio para reinvertirlo íntegramente en nuevas opciones de negocio, en contratar más personas con discapacidad o bien en mejorar sus condiciones de vida, a través de programas de apoyo a la salud, a la vivienda, a la actividad cultural y de inclusión en su entorno.
De todas las líneas de trabajo de Fupar, cabe destacar que desde el 2017 la entidad ofrece un servicio de orientación, formación e inserción laboral que traza itinerarios personalizados de acompañamiento durante todo el proceso de incorporación al mercado laboral. Con una apuesta decidida por la formación como plataforma esencial para incrementar las competencias básicas y profesionales, desarrollan diversos cursos formativos. Algunos de los que se están impartiendo este año son el de auxiliar de comercio, el de operaciones básicas de restaurante y bar y el de auxiliar de jardinería; todos ellos subvencionados por el Servei Públic d’Ocupació de Catalunya (SOC), el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social y el Fondo Social Europeo en el marco de la Iniciativa de Empleo Juvenil, de acuerdo con los Proyectos Singulares de la Garantía Juvenil. A lo largo de todo el 2019, Fupar prevé una participación de un total de 100 personas con discapacidad intelectual, trastorno mental, trastorno del desarrollo y/o Trastorno del Espectro Autista (TEA) en este servicio.
Además, la fundación apuesta claramente por el trabajo en red. "Tenemos la voluntad de ofrecer las mejores opciones y servicios tanto a las personas a quienes Fupar da servicio, como a los clientes de la entidad que apuestan por la responsabilidad social empresarial, y estamos convencidos de que la mejor manera de hacerlo es con la colaboración y el trabajo conjunto. Por eso, siempre nos acompañamos de personas, proyectos y otras organizaciones que buscan, como Fupar, una sociedad más inclusiva", explican. Así, Fupar forma parte del Grup Cetsal, de Dincat y otras plataformas que trabajan por la defensa de los derechos de las personas con diversidad funcional.