Opinió

Arranque

Esta noche empieza la campaña electoral de las elecciones generales del próximo 28 de abril. De hecho estamos en campaña permanente desde 2016, pero sin duda notaremos en estos quince días un aumento considerable de la intensidad. Estos comicios tienen una gran importancia por cuanto se va a decidir el rumbo que tomará España en un momento histórico de trascedencia extraordinaria. El eje izquierda-derecha en el se van a ventilar estas elecciones determinará no sólo la política doméstica, sino la relación con Catalunya y también con la propia Unión Europea.

Esta semana se ha hecho público el sondeo del CIS, que da a Pedro Sánchez la victoria, como todas las encuestas que se han publicado en las últimas semanas. Que el PSOE será la lista más votada parece amortizado, pero lo que no está del todo claro es la aritmética que se derivará para la formación de gobierno. Ni siquiera el propio presidente del CIS confiaba mucho en la encuesta que el organismo realizó debido a la volatilidad de la intención de voto y al denominado voto oculto, que puede hacer que Vox mejore los ya buenos resultados que le da la encuesta. Quiénes tendrían la posibilidad de formar gobierno con el PSOE o con el Partidos Popular es la gran incógnita que se dirime en estos comicios, si el PSOE alcanzará una mayoría absoluta o suficientemente cómoda con Unidas Podemos o también necesitará del PNV o de Esquerra Republicana, formación de la que se prevé un aumento importante de su presencia en el Congreso. Aunque hay quien no descarta un pacto entre PSOE y Ciudadanos si finalmente se da la circunstancia de que el partido de Rivera no puede alcanzar un acuerdo con PP y Vox.

La proximidad de estas elecciones con las municipales, que se celebrarán un mes más tarde, hace que la expectación sea importante. En Terrassa se confía que el “efecto Sánchez” permita a Alfredo Vega ganar solidez en el pleno de Terrassa o al menos sufrir una derrota dulce que le permita, al menos, negociar una propuesta de gobierno. Todo y que las generales pueden dar pistas de la fortaleza de algunos partidos en la ciudad, no serán significativas puesto que existen candidaturas que pondrán en juego sus bazas en mayo y no en abril, como es la encabezada por el ex alcalde Ballart o la vuelta de Iniciativa, Podemos y EUiA, que no parece que vayan a renovar su participación en lo que en 2015 fue la confluencia de izquierdas y hoy es Terrassa en Comú. Sí que será interesante comprobar la relación de fuerzas entre los componentes del bloque independentista, básicamente entre Esquerra y Junts per Catalunya, que pugnan por la hegemonía.

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