Josep Maria Bosch, asesor laboral Cecot, alertó de que no hay que confundir el control de presencia con el control horario. En muchas empresas, sobre todo grandes, hay un sistema de acceso que registra la llegada del empleado al centro de trabajo. Pero eso, sin embargo, no supone por sí mismo que empiece su jornada (puede ir a tomar un café, a hacer cualquier gestión). En estos casos, si no hay un segundo control de horarios, Inspección tomará el primer control como el inicio de la jornada, con el consiguiente perjuicio para la empresa. Además este nuevo registro de horarios debe permitir la "comprobación in situ" del transito de los trabajadores. "No es posible- dijo Jorge Pérez, inspector de Trabajo, una presentación ex-post; aquello de decir que lo tiene la gestoría. Esto por sí mismo es un incumplimiento de la normativa". La norma dice que este registro se organizará y documentará según lo pactado en el marco de la negociación colectiva, en un acuerdo de empresa o, en su defecto, a decisión del empresario previa consulta con los representantes legales de los trabajadores. "Habla de convenio colectivo o pacto de empresa; aquí puede haber incompatibilidades", advirtió Jorge Pérez. La empresa estará obligada a conservar los registros de jornada de sus trabajadores durante cuatro años. Durante el acto se expuso el caso práctico de una nueva aplicación de gestión del tiempo, a cargo de Wolters Kluwer.