El Gremi de Llibreters de Catalunya prevé que las ventas de libros con motivo del día de Sant Jordi se inicien este año durante la Semana Santa, especialmente en las zonas más turísticas, tanto de mar como de montaña, y que la facturación se incremente hasta un 2 por ciento con respecto a 2018.
Los libreros, además, se felicitan del acuerdo al que han llegado con el Ayuntamiento de Barcelona para que la fiesta crezca en todos los barrios de la ciudad, con el Passeig de Sant Joan dedicado a la literatura infantil y juvenil, el cómic y el álbum ilustrado, mientras en la plaza Vicenç Martorell del Raval se montará un grupo de paradas dedicadas a los libros de diseño, arte y fotografía.
Para facilitar la circulación, la fluidez y la seguridad de las personas, se han ampliado los espacios incorporados los últimos años, como la Diagonal, la calle de Consell de Cent y Còrsega, que harán de conectores entre el Passeig de Gràcia y la Rambla de Catalunya, extendiéndose este año en dirección a Balmes.
La presidenta del gremio, Maria Carme Ferrer, ha considerado que durante toda la Semana Santa “estaremos vendiendo libros, puesto que mucha gente que estará fuera de Barcelona o de otras capitales y se encuentre en lugares de montaña y playa entrará en sus librerías, con lo que Sant Jordi se adelantará”.
A la vez, ha sostenido que el mismo día 23 de abril, que este año cae justo después del Lunes de Pascua, la gente “también comprará”, y sobre el hecho de que coincida con la campaña de las elecciones generales, ha aseverado que cree “que este hecho no nos afectará, porque se trata de cosas diferentes”.
