El comisario de los Mossos d’Esquadra Ferran López ha dicho en el juicio del “procés” que las declaraciones del exconseller Joaquim Forn eran “un error” porque “proyectaba una posición del Cuerpo que no era correcta” y les colocaba en una situación en la que no estaban instalados.
López, investigado por un juzgado de Cornellà (Barcelona) que indaga la pasividad de la policía catalana ante el 1-O, asistió a las reuniones de coordinación para impedir el 1-O en representación de los Mossos y acabó dirigiendo el cuerpo en la etapa del 155.
El comisario ha dicho que las declaraciones de Forn en las que aseguraba que los Mossos iban a garantizar el referéndum, declarado ilegal por el TC, eran un “error” y así se lo trasladaron al exconseller en una reunión clave con el Govern de Carles Puigdemont del 28 de septiembre de 2017.
“Era un error porque proyectaba una posición de mossos que no era correcta” y también porque “nos colocaba en una situación que no era la que estábamos realmente instalados”, ha señalado el comisario.
López ha querido dejar claro que la policía autonómica estaba “absolutamente dispuesta a cumplir el mandato judicial” de impedir el 1-O pero que se encontraron con una “situación anómala”, porque el “consejero traccionaba en sentido opuesto” al de ellos.
Con todo, ha manifestado que “El señor Forn nunca pidió nada a la jefatura de policía relacionado con el 1 de octubre”.
Respecto a los registros del 20-S, el que fuera número dos de Trapero ha señalado que ese día tenía registradas 38 llamadas con el responsable de la Guardias Civil y que “el apoyo fue constante, fue mutuo y la comunicación fue absolutamente fluida”.