El boxeador terrassense Mustafa Chadlioui perdió por abandono contra el francés Mathieu Bauderlique en el combate que ambos disputaron el jueves por la noche en Lille con el título WBA Continental en juego. El combate finalizó en el octavo asalto, momento en el que Musta decidió abandonar al no encontrarse en plenitud de condiciones físicas. Un dolor agudo en el hígado condicionó su rendimiento, aunque también arrastraba molestias debido a un golpe en la nuca anterior y a una caída que se produjo debido a un empujón del púgil galo.
Hasta ese punto, el combate estaba decantado en favor de Bauderlique, pero no de un modo definitivo. El púgil local dominaba a los puntos, pero Musta estaba conectando algunos golpes duros al rostro de su rival que dejaban abierta la posibilidad a un cambio notable a través de un KO. El francés encajó bien las duras derechas de Musta y mantuvo la iniciativa con un boxeo fluído que le permitió imponer el ritmo casi en todo momento.
Musta tenía señalado este combate en su agenda como una prueba de primer nivel de cara a escalar posiciones en el ránking europeo que le permtiese aspirar al título absoluto de la EBU. Enfrente tenía un rival con una sola derrota en su trayectoria profesional y que también aspira a títulos mayores a corto plazo.
El egarense acudía a este compromiso en un buen estado de forma y de peso. Apareció en el recinto con su inconfundible gorra con el nombre de Alí, su padre, y en el ring no olvidó la bandera de Terrassa que siempre le acompaña. Musta dedicó los dos primeros asaltos a estudiar a su rival, a observar dónde podía encontrar alguna oportunidad para el triunfo. Fue en el tercer round cuando el combate cobró viveza. Musta sufrió una caída con cuenta de protección, aunque fue debido a un empujón. El terrassense empezó a poner buenas manos ya en ese asalto, aunque sin ejercer un dominio.
Bauderlique gestionó el combate acumulando puntos en las tarjetas de los jueces, menos contundente en los golpes pero más regular en su boxeo. Musta pareció confiar su suerte a su pegada, que apareció en determinados momentos con serias posibilidades de acabar con las opciones de un rival que tuvo una buena capacidad física para encajar de forma correcta. En el sexto asalto Musta puso dos derechas durísimas en el rostro del boxeador francés e hizo pensar a sus seguidores en la posibilidad de coronarse campeón. Pero a partir de entonces empezó a bajar el ritmo. Se tomó un respiro en el séptimo asalto, al final del cual protagonizó un par de buenas combinaciones, y tras el octavo decidió lanzar la toalla.