El de ayer fue un día especial para más de 400 alumnos de secundaria del Vallès. Los jóvenes, que cursan ESO y bachillerato se desplazaron hasta la Escola Superior d’Enginyeries Industrial, Aeroespacial i Audiovisual (Eseiaat) del campus de la UPC para participar en el Mercat de la Tecnologia del Vallès, una jornada para exhibir el ingenio de los más jóvenes y también para fomentar la vocación científica.
De la jornada destacar, como uno de los atractivos, la muestra de proyectos ideados por los estudiantes. El vestíbulo de la histórica Escola Industrial y espacios anexos se transformaron en un escaparate de pequeños artilugios; desde robots y prendas y objetos inteligentes, hasta juegos electrónicos, casas domóticas, vehículos de una nueva era y un cochete de agua.
Detrás de las maquetas, sus creadores, junto a sus profesores, para guiar las demostraciones y hacer las explicaciones que pedían los visitantes. En el recorrido por la exposición hallamos participación egarense, los institutos Terrassa y Torre del Palau, y de la comarca, el Institut de Matadepera.
Mochila inteligente
El Torre del Palau, uno de los centros que hace tiempo que ha hecho una apuesta por la tecnología, presentaba hasta siete proyectos realizados por alumnos de 4º de ESO. Uno de los que tenía éxito de demanda era una mochila inteligente. "Es una mochila que incorpora una serie de sensores que permite varias funciones. Por un lado se ilumina cuando se hace oscuro y de otro mide la temperatura exterior. Y, además, la mochila esconde un motor vibrador que te hace masajes mientras descansas". Lo explicó con entusiasmo Carlota que estaba en la feria por primera vez. "Estoy muy contenta de estar aquí porque he visto cosas muy creativas". La alumna del Torre del Palau señaló que "ya tengo claro que quiero estudiar Física Cuántica porque la ciencia, la investigación, puede ayudar al bienestar de las personas". La alumna compartía expositor con Pol, del mismo centro, quien tocaba un micropiano con teclas de madera. "Funciona con pilas recargables", contó. Pol también había construido una flauta con el mismo tipo de aplicación.
Explorando el espacio
El INS Terrassa, por su parte, desafiaba el reto tecnológico con varios proyectos para captar indicadores en el exterior. Àlex estaba al frente de un dispositivo de competición, el denominado Cansat, que tiene como misión lanzar un satélite, en forma de lata de refresco, la cual llevaba unos sensores para tomar datos del medio ambiente. Judith y Tarik, en su turno, reproducían con un simulador la salida y puesta de sol en el Ártico. Otras tres alumnas, Joana, Saule y Maria, también presentaban su proyecto de investigación en esa área seleccionado en un certamen.
Como Carlota, muchos de estos alumnos debutaban en el mercado por lo que, además de expositores, fueron curiosos. "Es una iniciativa muy buena. Hay proyectos muy divertidos y motivadores", señaló Àlex, del Terrassa. A pocos metros, Marc, de 2º de bachillerato, del Institut Matadepera, daba explicaciones sobre una de las perlas tecnológicas de la feria: una avioneta atrapada en un túnel de viento. Marc estaba satisfecho. "Todo esto me encanta. La tecnología es el futuro", aseguró.