Nissan presentó ayer a los trabajadores de su planta de Barcelona sus planes para garantizar el futuro del centro, que pasa por reducir la plantilla en alrededor de seiscientos empleados mediante prejubilaciones. Intención que hace unos días, trasladaba a los sindicatos, en el marco de un plan de competitividad para relanzar la fábrica, inmersa en un largo período de baja producción. El presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, y el vicepresidente ejecutivo de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, José Vicente de los Mozos, viajeron a Barcelona para reunirse con el comité de empresa y trasladarle que la planta tiene futuro si se lleva a cabo esta reestructuración. El plan industrial presentado incluye una inversión de 70 millones de euros para construir una nueva y más moderna planta de pintura, lo que, según ellos, garantizaría que la fábrica pueda competir para conseguir nuevas adjudicaciones de coches. En conferencia de prensa, los directivos destacaron que esperan llegar a un acuerdo con los sindicatos sobre las prejubilaciones antes de Semana Santa. La reducción de la plantilla permitirá que la planta de Barcelona, en la que trabajan unas 3.000 personas, pueda continuar con la producción actual, de unos 60.000 vehículos anuales, a la espera de nuevas oportunidades. Sin embargo, ninguno de los directivos de Nissan se atrevió a garantizar que el sacrificio de personal y la inversión en la planta de pintura vaya a hacer posible la adjudicación de un nuevo vehículo dentro de tres años.