La Locomotora Negra interpretaba con el clarinetista Oriol Romaní un tema evocador "de los tiempos en que tocábamos en grupos por las calles, y a mucha honra", y se hacía dificil abrirse paso en el sector más cercano al escenario del Torrent de la Font d’en Sagrera, el domingo al mediodía. Incluso encontrar un hueco en los montículos adyacentes para instalarte. Pocas veces debe haber tenido tanto público el Pícnic Jazz Vallparadís, la jornada de conciertos al aire libre del Festival de Jazz, que favorecido por un clima primaveral, congregó una auténtica multitud, muchísimos grupos de amigos de todas las edades y familias enteras, incluso con niños de corta edad.
Estreno de "Festival 60"
Fueron casi siete horas de música en vivo que, como siempre, comenzaron con la veterana Locomotora Negra y su repertorio de swing (algunos pequeños grupos bailaron como tal sus piezas),dixieland y temas tradicionales del jazz de Nueva Orleans, al que, en esta ocasión, añadieron la composición propia "Festival 60", dedicada al aniversario del Club de Jazz de Terrassa. En una primera parte contaron con la colaboración del guitarrista y cantante Amadeu Casas, y posteriormente con el clarinetista Oriol Romaní. En el bis, ambos se unirían en el escenario para interpretar "One O’Clock Jump" de Count Basie. Y como Valentí Grau les pidió "un tema cortito de Louis Armstrong", pues La Locomotora Negra acabaría su concierto con el celebérrimo "What a wonderful world".
Al siguiente grupo, Valentí Grau lo presentó como "un quinteto de lujo" y recordó que, hace muchos años, cuando montó en Barcelona un concierto de Miles Davis, llevaba como saxo a Rick Margitza. Y ahí estaba Rick Margitza, como invitado especial del cuarteto de Víctor de Diego,quinteto para la ocasión.
Sobre las 3.30 de la tarde, Grau anunciaba que "entramos en la parte más festiva del Pícnic Jazz, también en la más eléctrica y con un mayor volumen, y de la mano de la Joan Vinyals Band. Un trío que de jazz no tenía ya nada Arrancaron con el rhythm and blues "My babe left me", para seguir con un aluvión de temas propios: "Cau la pluja", "y como decían los indios americanos, cuando cae la lluvia todo se limpia", el reggae de "Vora el mar", la rockera "Si jugues amb foc" o "Vil·la Blauet",evocación "de un lugar no muy lejos de aquí, una casa de Bigues, donde pase mi infancia", y que da título al último disco de la Joan Vinyals Band. En el capítulo de versiones destacaron "The sky is cryin" de Stevie Ray Vaughan, "Crossroad" de Robert Johnson y "Wish you were here" de Pink Floyd, dedicada a "Enric Parés, baterista y amigo, que falleció hace un tiempo (este era uno de sus temas favoritos)", para acabar con una participativa interpretación del "Mojo workin’" de Muddy Waters.
Final auténticamente salvaje
"Y ahora, un final acojonante", anunció Grau a las 5.15 de la tarde. Y Dani Nel·lo, con una banda de sonido compacto (siete músicos) y los temas de sus discos "Los saxofonistas salvajes" (estrenaban el segundo volumen) lo fueron sin lugar a dudas. Tras afirmar que el Pícnic Jazz "es un tesoro, es la tercera vez que vengo y siempre me lo he pasado muy bien", Nel·lo anunció que lo que sonaría a continuación es "un auténtico homenaje a los saxofonistas de rhythm and blues que me gustan tanto". Y con "Flyin’ho-me mambo" comenzó un trepidante viaje por esos territorios del instro-rock y el r’n’b más rugiente, y acelerado, y evidenciando que el saxo puede ser tan electrificante como la guitarra eléctrica.
"Embryo" "lo hemos hecho un poco más twist", y siguieron con "Sands of Sahara" (de cierto aire oriental) "Hey Chula", "Anabacoa", una tras otra y así hasta diecinueve sin que cediera ni la velocidad ni la impecable (e implacable) interpretación. El sol se esfumó, comenzó a hacer frío, y todo el mundo bailaba ante el escenario. Nel·lo quizo acabar con "Nervios", pero Grau, esgrimiendo una copia del vinilo y el cd, pidió "una más". Fue un largo y doble bis, con "Hully" y "Shoestring", que ,a las 6.30 de la tarde, ponía el final al Pícnic Jazz 2019.