Ella corría por un bosque de Torrebonica. Por allí andaba su padre. La menor, de 13 años, se topó con un individuo que la quiso violar. La agarró, la tiró al suelo, le tapó la boca, intentó bajarle los pantalones. Ella luchó, gritó, llamó al padre y el agresor sexual huyó. Pero lo retuvieron, lo detuvieron, lo acusaron, lo metieron en prisión y se enfrenta a una petición fiscal de once años de cárcel, con expulsión de territorio nacional cuando haya cumplido un tercio de la pena. La niña resultó herida.
Pasó en septiembre pasado. El 29 de septiembre, a eso de las 10.45 de la mañana. El agresor sexual merodeaba por el sector de Torrebonica y se cruzó con la adolescente en una zona boscosa. Quién sabe si llevaba ya puestas las intenciones aviesas o si fue en el momento de ver a la chica cuando resolvió atacarla y violarla.
La menor hacía ejercicio, corría. Se encontró con el joven aquel, un marroquí de 34 años, que fue por ella y la agarró. En la secuencia de congoja, él la cogió con fuerza de los brazos. La lanzó contra el suelo.
Se colocó sobre la chiquilla y con una mano le tapó la boca, porque ella chillaba para pedir auxilio, y con la otra mano se dio a bajarle los pantalones. Lo intentó, tiraba de la prenda, pero la niña se resistió con bravura y se zafó del agresor, y gritó, papá, papá, porque su padre estaba por allí.
¡Papá! El malhechor seguramente se puso nervioso al ver la reacción de la víctima, al sentirse en peligro porque había conseguido pedir ayuda a chillidos. Y dejó a la niña y se largó. Quiso marcharse de allí, pero no pudo. Varias personas que se encontraban en aquellos parajes acudieron en socorro de la víctima y entre todos lograron impedir la huida del violador.
Todo eso cuenta la fiscal en el escrito de acusación que redactó hace apenas tres meses y que sustentará los cargos en el juicio, previsto para el próximo viernes en la Audiencia Provincial de Barcelona, en su sección novena.
El mismo día de autos, el 29 de septiembre, la menor puso la denuncia acompañada de su padre. Estaba dolorida. El informe médico forense hace constar excoriaciones en el labio superior y la región dorsal y lumbar, y en el dorso de la mano izquierda.
El sospechoso estaba en la comisaría. El 2 de octubre los Mossos d’Esquadra lo pasaron a disposición del juzgado de instrucción número 1 de Terrassa, que dictó el auto de prisión provisional y abrió sumario. Para la Fiscalía, el imputado es autor de un delito de agresión sexual con penetración a menor de 16 años, en grado de tentativa. Sostiene que el procesado trató de bajar los pantalones a la víctima para penetrarla y relaciona el delito sexual, en concurso real, con un delito leve de lesiones.
Por esa razón reclama una pena de once años de prisión, más diez años de libertad vigilada, por la violación intentada, y una multa de 1.350 euros por las lesiones infligidas. Y una orden de alejamiento: solicita que el acusado no se pueda acercar a menos de mil metros de la joven, ni comunicarse con ella, durante un periodo que exceda en diez años a la pena de prisión impuesta.
El Ministerio Público interesa, sin embargo, que el tribunal juzgador sustituya parte de la pena por la expulsión del acusado de España. El sospechoso no tenía residencia legal en el país, ni consta arraigo personal, familiar o social en España, y la fiscal solicita que se le expulse cuando cumpla de manera efectiva las dos terceras partes de la condena, con prohibición de regreso por un plazo de diez años.
En el juicio habrá que evitar la confrontación visual y directa entre el acusado y la víctima, según la Fiscalía, que ha propuesto la declaración de la menor y de otros tres testigos. Y el examen de la camiseta que el presunto autor de los hechos vestía aquel día de septiembre pasado, cuando supuestamente quiso violar a una niña de 13 años en un bosque de Torrebonica.
La indemnización
5.090 euros
La representante del Ministerio Fiscal dice que el procesado debe indemnizar a la víctima con 5.090 euros: 5.000 por los daños morales y 90 por las lesiones ocasionadas en el ataque