El desarrollo del maratoniano juicio permitía vislumbrar que las peticiones de penas serían atenuadas. Ayer se confirmó. El fiscal rebajó la solicitud de prisión para M.P., la esposa egarense del empresario y expresidente del FC Barcelona, Sandro Rosell: de siete años a un año y siete meses. En el juicio que se está celebrando en la Audiencia Nacional, el fiscal José Javier Polo también pidió una reducción de once a seis años de cárcel al mismo Rosell, y de diez a cinco años de cárcel para su socio y también imputado, el abogado Joan Besolí.
La rebaja fiscal afecta asimismo a los tres presuntos testaferros: Pedro Andrés Ramos, Shahe Ohanessian y José Colomer. El Ministerio Público reclamaba inicialmente penas de entre seis y ocho años de cárcel para ellos. Ayer se redujo ese reproche penal a un año y once meses para Ramos y Ohanessian y a un año y seis meses para José Colomer, según la agencia EFE.
El fiscal acusa a los procesados de participar en una trama para blanquear supuestamente veinte millones de euros de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), y cree que Rosell se quedó con al menos 6,5 millones. En sus conclusiones provisionales, el representante del Ministerio Público atribuía a los acusados delitos de blanqueo de capitales, grupo criminal y organización criminal, pero en su modificación a la baja eliminó esta última infracción penal.
Los abogados defensores mantuvieron sus alegatos de absolución y hablaron de vulneración de derechos, pues la Fiscalía había incluido en sus conclusiones definitivas hechos nuevos.
La acusación pública está relacionada con la intermediación de Rosell para que la CBF cediera en el 2006 a un grupo audiovisual de Arabia Saudí los derechos de televisión de veinticuatro partidos amistosos de la selección brasileña por 27 millones de euros. La Fiscalía atribuye a los encausados unas supuestas comisiones ilegales que habría recibido el entonces presidente de la CBF, Ricardo Teixeira. Según las conclusiones definitivas del fiscal, los procesados formaron una agrupación delictiva de intereses comunes, reforzada por vínculos de amistad y parentesco, dedicada al lavado de capitales a gran escala, a sabiendas de la ilícita procedencia del dinero. El Ministerio Público añade que Rosell coordinaba las acciones.
En libertad
El expresidente del Barça ingresó en prisión en mayo del 2017. Salió de la cárcel el 27 de febrero pasado, tras la tercera jornada del juicio, en una decisión del tribunal que fue interpretada como un signo de atemperación de la responsabilidad penal. Rosell está, pues, en libertad provisional. El empresario lo negó todo el 26 de febrero, cuando le tocó declarar.
"No tengo nada que esconder, soy inocente de todo lo que me imputa la Fiscalía y voy a defender mi prestigio y mi honor", afirmó, y agregó que no recibió comisión alguna por su intermediación; sólo retribución por su trabajo. Su esposa, la terrassense M. P., admitió que su marido la introdujo en su compañía, BSM, para hacerse cargo de algunas firmas cuando él salía de viaje, pero subrayó que no tomaba decisiones en los negocios.
